parte 2: La entrevista

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Maratón semanal 2/?

Mis ojos vagaron por todo su cuerpo, su cabello estaba completamente mojado que daba la impresión de que era ligeramente más oscuro que de costumbre, una pequeña capa de gotas cubría su piel leonada. Me muerdo el labio inferior, tenia una tremendas ganas de pasar mis manos por esa piel bronceada y esa marcada musculatura o tal vez mi lengua. Me ruborizo por completo ante mis pensamientos lujurioso y bajo la mirada al instante, pero fue peor. Una toalla blanca que le cubre la parte de abajo y dejaba ver un claro bulto.

¡Joder no!

Siento como toda mi cara arde, sabía que estaba más que ruborizada y no sabía para dónde desviar la mirada, aunque, la realidad es que no quería apartar mis ojos de aquel cuerpo que volvía loca.

- Eh... lo siento, pasa-. Habla por primera vez en lo que me parecieron minutos, se hace a un lado para dejarme entrar y evitando mirarlo paso por su lado. Estoy segura que estuve mirándolo mucho tiempo, ¡Qué vergüenza! él cierra la puerta detrás de nosotros- ponte cómoda, ahora vuelvo-. Dice y sale prácticamente corriendo y sube unas escaleras.

Cierro los ojos para calmar el ritmo de mi corazón, podía escuchar los latidos en mi cabeza y latina así solo por él, y por aquella imagen que puedo asegurar no se irá de mi cabeza jamás y no puedo evitar sonreír por eso. Me lo había imaginado sin camisa más de una vez y mi imaginación no se acercaba en absoluto a lo que la realidad me presentaba, era mucho mejor. Él tenía la Él poder de despertar en mí una necesidad y un deseo desenfrenado lleno de lujuria que no podía comprender, nadie me había hecho sentir así.

Respiro hondo, me sentía como la protagonista de un libro erotico.

- ¡joder! Está haciendo mucho calor aquí dentro-. Susurro y miro al rededor necesito una distracción para sacarme aquella sensual y perfecta imagen de mi cabeza.

Mi mirada se pasea por la estancia, era preciosa, estaba rodeada por grande ventanales que dejaban ver una preciosa vista de Bel Air. Los sillones y las paredes blancas contrastan con los detalles de manera en el comedor y la cocina justo al final. Era un espacio muy amplio, pero había nada aquí que me dijera que era suyo, parecía nuevo, como si nadie hubiera estado aquí antes. Lo único que me decía que era suyo eran los cuadros que estaban en la mesa de centro. Tomo uno, tenia una familia hermosa.

-¿Quieres beber algo?- me sobresalto y casi dejo caer el cuadro. No lo había escuchado bajar.

- Lo siento, estaba... viendo-. Dejo el cuadro en su lugar.- agua estaría bien-. Respondo cuando me giro a mirarlo, tenia la garganta seca después de verlo semidesnudo.

NO PIENSES EN ESO, Clark

- Son mis padres y mis hermanos- dice señalando el cuadro-. A mis padres ya los conoces, Ethan tiene 19 y Rose 17.- dice con una sonrisa, los adora.- ahora vuelvo.

Lo observo mientras entra a la cocina, ya estaba vestido, traía unos jeans y una camisa negra que le quedaba fantástico. Sigo sin decidirme cómo me gusta más: En traje imponente o casual y completamente relajado; en ambos sensual. Pero sé que ya tengo mi respuesta desnudo es como me gusta más.

¡Alex, basta, contrólate》pensé.

- lamento lo de hace un momento, no me di cuenta del tiempo- dice cuando rodea la barra y se acerca.

- No te preocupes, ya lo he olvidado- miento intentado parecer despreocupada y él sonríe, mientras levanta una ceja, no me ha creído.- es bonito-. Digo señalando el lugar. Necesito cambiar de tema si quería parecer serena el resto de la tarde.

Designio(#1 Saga Juegos De Seducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora