Capítulo VI: El restaurante

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16 de septiembre del 2014, Diario de Alexis Clark

Mi querida principessa:

Tal vez te llegues a preguntar ¿Por qué no te lo dije? ¿Por qué no fui sincero Estás últimas semanas? Pero cariño, quería irme recordando esa sonrisa, esa mirada alegre por la que estaba dispuesto a cualquier cosa. Eres mi tesoro más grande, mi motor, mi cariño y el amor más grande que puede sentir, eres mi pequeña, mi dulce bambina. Te ame desde el primer momento en que llegaste a nuestras vidas, una bebé regordeta. Eres mi ángel, eres la luz en la oscuridad y no estaba dispuesto verla apagarse ante mis ojos.

No me odies tanto por irme tan pronto, no me odies por irme de esta manera, no me odies por favor.

Cierro los ojos por un momento y abrazo la carta contra mi pecho 《¿Cómo podría odiarte?》 Suspiro apartando las lágrimas y vuelvo a leer.

Cariño, he decidido despedirme así, de la única manera que sé, estoy aquí en la biblioteca que tanto te gusta, rodeada de los libros que alguna vez escuché leer de tu viva voz, ¿Recuerdas la primera vez que te interesaste por un libro? Tenías 5 años, lo recuerdo bien, curiosa como siempre merodeabas por esta casa y encontraste la entrada a la biblioteca, cuando entré no me imaginé verte rodea de libros, pensaba que habías ido por las galletas que guardaba ahí, pero como siempre me sorprendiste. Tuve que adaptar mi biblioteca a algo más infantil para que pudieras leer, después dejaste de interesarte por eso, tu curiosidad creció y busco entre aquellos estantes a los que no puede decirte que no, era un débil contigo. ¡Me encantaba! Eres mi niña y podría el mundo a tus pies.

Río un poco, tenia razón jamás me ha negado nada. Me siento sobre la cama, la habitación tenía huele a él.

- Debiste estar aquí-. Escuchó la voz dura de Cristina y frunzo el ceño.

- Lo sé-. Cierro los ojos, papá está aquí.

- ¿Dónde se supone que estabas? Te llame incontables veces desde hace 4 días y jamás contestaste- el silencio inunda por unos segundos- ¡es tu hija carajo!- mi nana grita y yo me acuesto sobre la cama.

- ¿Terminaste?- mi padre pregunta con su tono frío y toma la almohada para abrazarla.

- No, no he terminado, tu hija está destrozada, no ha comido en cuatro malditos días, me rogó que te trajera una y otra vez-. El silencio se hace presente de nuevo- la dejaste de nuevo, enterró al señor Russo ella sola, rodeada de gente que no tenía ni puta idea de quien era.

- Cristina...

- Cállate, no me interesa tus estúpidas escusas,- mi padre se queda callado, joder nana, era la primera vez que papá no decía nada-. se acabo, no dejaré que otra vez le hagas daño y juro que voy a protegerla como tú jamás lo has hecho.

Unos pasos se alejan y me quedo quieta cuando la puerta se abre.

- ¿cielo?- mi padre me llama, pero no quiero moverme, él se queda en silencio unos segundos- lo lamento tanto, perdóname por favor-.susurra con la voz rota, me acaricia el cabello, abro los ojos, me incorporo y lo abrazo, necesitaba tanto tenerlo aquí, él me abraza con fuerza y yo rompo en llanto.

Designio(#1 Saga Juegos De Seducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora