Kate Beckinsale es Marian Vlad
Estella Vlad caminaba a su siguiente clase. Tranquila y sola. No le gustaba entablar relación con algún humano. Aunque haría una excepción solo por su hermano.
A unos metros de distancia vio a Ángela caminar junto a Jessica e Isabella por el pasillo. Se iba a acercar, pero un cuerpo se interpuso en su camino.
Alzó levemente su cabeza, para cruzarse con los ojos dorados del vampiro que le encantaba molestar. Ella sabía que, con cualquier comentario, por más ingenuo que sea, molestaría al cobrizo.
—Edward Cullen, no esperaba verte hasta... —vio su reloj que tenía en la mano izquierda—, dentro de dos horas.
—Digamos que... quería hablar contigo —la rubia alzó una ceja. Empezó a caminar teniendo sus libros en su mano a la clase donde se dirigía, pensando en que después hablaría con Ángela.
—¿Sobre qué?
—Sobre ayer, sólo quiero decirte que nadie va a creerte —Estella paro abruptamente, haciendo que el cobrizo chocara con ella, pero esta ni siquiera se movió.
—¿Me buscaste solamente para hacerme ver como alguien que le cuenta las cosas a todo mundo? —un pequeño sentimiento de enojo se apoderó de ella. Mientras que el cobrizo solo se mantuvo callado—. No soy como tú piensas, Edward. ¿Qué crees que diría? —se acercó hasta quedar a centímetros de su rostro. Los demás alumnos los veían, pero ninguno de los dos se inmutó. La rubia empezó a hablar en susurros, sabiendo que el Cullen escucharía perfectamente—. Seguro les diría que ayer Edward Cullen detuvo una camioneta que pesa más de dos mil kilos con una sola mano y salió ileso. Te lo repito, no soy estúpida.
Estella se alejó de Edward, el cual tenía la mandíbula tensa. Se veía molesto, y lo estaba, pero más consigo mismo. Sabía que los padres de Estella y el suyo se llevaban bien, lo cual podría significar que sabían su secreto. Se sintió como un imbécil por su comportamiento.
Volteo a ver a la rubia, dándose cuenta de que ya no se encontraba junto a él. Se había sumergido tanto en sus pensamientos como para no darse cuenta que ella se había ido.
Dio la vuelta y fue a su siguiente clase.
Por otro lado, en la clase de Historia se encontraba Estella. Se sentía enojada de que Edward pensara que contaría lo que había pasado. No se dio cuenta cuando ocuparon el lugar de a lado, pero rápido se dio una idea de quién era por el olor que desprendía.
—¿Te encuentras bien? —Rosalie Hale le preguntó, viendo cómo Estella tenía su frente apoyada en la mesa y estaba con los ojos cerrados. Solo movió la cabeza en señal de afirmación e hizo un sonido para dejarlo claro.
Rosalie sintió que debía decir algo más, sin embargo, prefirió mantenerse callada. Aunque el silencio no duró mucho, ya que la rubia Vlad se acomodó en su asiento y habló.
—Tú hermano es un idiota —Rosalie soltó una risa—. Hablo de Edward.
—Lo sé, se lo digo todo el tiempo.
Las dos rubias empezaron a hablar, incluso después de que iniciara la clase. Todos los alumnos del aula se habían dado cuenta de la tan amena conversación que estaban teniendo Estella y Rosalie, como si fueran amigas de toda la vida. Y prácticamente todos lo creían, ya que nadie había aclarado sus dudas sobre si los Cullen y los Vlad eran familia.
Salieron de la clase hablando de sus gustos por la moda. Aunque Rosalie tenía en claro que parecía ser que nadie le ganara a su hermana, pues a Estella le gustaba la moda, pero no le aficionaba.
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Una Vampira Diferente «Edward Cullen»
VampirosCuando Edward conozca a esa rubia de ojos ámbar, su atracción hacia ella será evidente y las viejas costumbres de los vampiros estarán presentes en el momento en que se dé cuenta que Estella Vlad es una vampira diferente. Portada hecha por @Bremorg_