Capítulo 18

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—Entonces ¿falta mucho? —Edward y la rubia se dirigían al campo donde los Cullen habían invitado a los Vlad para jugar béisbol.

—No, estamos a metros de llegar.

La idea le entusiasmaba mucho a Estella y sin duda estaba ansiosa por llegar. Los patriarcas Vlad ya estaban en el campo junto al resto de los Cullen, sólo faltaban, Edward y Estella que habían quedado ir después, ya que habían ido a alimentarse. Edward Cullen volvía a alimentarse de sangre humana, pero gracias a Estella sabía cómo controlarse y, sobre todo, había aprendido a controlar el cambio de sus ojos, manteniéndolos de un color cobre.

Llegaron al campo donde los demás los esperaban, pero Estella frunció el ceño al no ver a su hermano.

—¿Y Diago?

—Fue por su novia —los labios de Estella se formaron en una O, no pensaba que rápidamente Diago y Ángela salieran como pareja, sin duda eso la sorprendió.

—¿Novia? —Los Vlad ya les habían explicado a los Cullen, quienes no tuvieron inconveniente, así como también, en la madrugada los patriarcas Vlad hablaron con el resto de la familia Cullen sobre cómo son los de su especie, es por eso que había surgido hacer la competencia del juego entre ambas familias.

—Al parecer Ángela Weber ahora es novia de mi hermano —respondió la rubia al cobrizo.

Emmet llegó en su Jeep junto a la humana y el chico Vlad. El aroma de Ángela no era tan fuerte porque traía una sudadera de Diago y una gorra.

Tímidamente caminó detrás de Diago hasta llegar con los demás.

—Padres, ella es Ángela, mi novia —Jasper sintió la alegría que Diago desprendía, aunque por fuera se viera tan serio y neutral, algo que sólo su familia y amigos podían descifrar, claro que Ángela también empezaba a hacerlo—, Ángela, ellos son mis padres, Marian y Gastón —Gastón la saludó con un apretón de manos mientras que Marian la abrazó con un poco de fuerza.

—Hemos oído mucho de ti, Ángela. Nos alegra conocerte finalmente —la chica sonrió un poco tímida.

—Lo mismo digo, señora Vlad.

—Dime Marian —la peli negra asintió. Un poco incómoda vio a los Cullen, sabía lo que eran, pero era bastante obvio que se sintiera así cuando apenas si había cruzado dos palabras con ellos.

—Puedes estar tranquila, Ángela. Nos alegra que hayas venido —Esme fue la que habló, su tono maternal siempre acompañando su voz.

—No quisiera incomodar —Diago sabía que Ángela era tímida, pero le sorprendía su forma de actuar ya que cuando estaba con él, parecía que no podía dejar de hablar.

—Aparte, necesitábamos un árbitro.

En pocos minutos cada uno se puso en posición para jugar. Los Cullen parecían ser muy competitivos, pues les daban batalla, pero los Vlad no se quedaban atrás, siendo los que llevaran ventaja.

Ángela había sido bien recibida por todos, incluso por la rubia Hale, aunque mantenía más su distancia con la humana.

Emmet, por otro lado, se burlaba de cualquier cosa, siendo Estella la que se uniera a él.
Ambas familias parecían congeniar muy bien, casi como si fueran de la misma familia, algo que sin duda alegraba a todos.

Aunque los Cullen seguían teniendo bastantes dudas respecto a muchas cosas de los Vlad, ya que estos solo les dieron información a medias, haciendo que la intriga los carcomiera por dentro a los Cullen, con excepción de Carlisle, que es el único que conocía bastante bien a su especie.

Yendo a la mitad del juego, la pequeña Cullen, Alice, preocupadamente exclamó que debían parar, anunciando que tres nómadas se dirigían hacia donde ellos estaban.

Los Cullen se preocuparon por la humana, pues estaba claro que podría haber una pelea por querer alimentarse de ella. Los Vlad por otro lado mantuvieron la calma, en especial Diago, quien leyó la mente de Alice para saber quiénes eran exactamente los que venían, dándose cuenta de que eran tres vampiros que conocía muy bien y, sabiendo que su hermana conocía a un integrante de esos nómadas, sabía de qué se alegría de verla.

—Puedes estar tranquila —le dijo Diago a la peli negra al ver que se notaba nerviosa, así que sostuvo su mano para que se tranquilizara, cosa que funcionó.

Edward se acercó rápidamente a su novia y pasó su brazo por los hombros de esta, sabía que ella no necesitaba que la protegieran, pero quería estar a su lado ante cualquier posible amenaza.

De la neblina que cubría el campo salieron tres vampiros caminando amenazadoramente. Un hombre con trenzas y piel oscura iba en medio, dando a entender que era el líder. A su derecha había un hombre rubio y alto, su piel pálida como cualquier vampiro y del lado izquierdo una hermosa mujer de cabello pelirrojo, su aura era amenazante y atrevida. Todos ellos con los característicos ojos rojos de un vampiro evolucionado que se alimenta de sangre humana.

Cuando estuvieron frente a frente, la rubia Vlad parecía ser la más sorprendida, al igual que la pelirroja, siendo el único en darse cuenta de esto, el rubio Hale, al percibir la sorpresa en ambas vampiresas, sorpresa que rápidamente ocultaron para enfocarse en lo que sucedía con los que estaban presentes.

—Nuestra residencia permanente se encuentra muy cerca —había hablado el patriarca Cullen.

—Bueno, ya no les causaremos problemas —Laurent, era el único que seguía hablando. Hasta que la pelirroja quiso argumentar algo.

—Los humanos nos rastreaban, pero los guiamos al este. Ustedes estarán a salvo —la rubia Vlad sintió nostalgia al escuchar la voz de Victoria, ella era todo un mar de emociones por dentro, algo que sin duda estaba abrumando al rubio Hale.

—Excelente —contestó Estella sin poder controlarse—. Eso es muy considerado de su parte —la pelirroja esbozó una pequeña sonrisa, sabía que la rubia no la había olvidado.

—Entonces, ¿no les gustaría tener tres jugadores más? —cuestiona Laurent con una sonrisa. Los Cullen se veían tensos ante la situación, pues tenían a una humana entre ellos, siendo el patriarca Vlad quien se adelantara.

—No creo que les moleste, ¿O sí? —Gastón miró a cada uno de los Cullen para detenerse en Carlisle, el patriarca Cullen conocía bastante bien a su amigo como para saber que ellos tenían todo bajo control, o en todo caso, un as bajo la manga.

—No, puede ser más divertido —respondió con una sonrisa. Edward frunció el ceño, no sabía exactamente qué era lo que su padre pensaba, pero sabía que podía salir todo mal cuando los nómadas se dieran cuenta de la humana. Siendo el más interesado, el rubio, quien no dejaba de ver a la peli negra.

—Bateamos primero —Estella lanza con fuerza y velocidad la pelota, siendo Victoria quien la atrape.

—Mi especialidad son las bolas curvas —dice con una sonrisa.

—Bueno yo creo que podemos con eso —habla el rubio Hale con una sonrisa burlona al mismo tiempo que enviaba una ola de calma a su familia.

Cuando se dieron la vuelta para jugar, James percibió el aroma de la humana, al igual que Victoria y Laurent.

—Compartan a la chica —los Cullen se pusieron rápidamente a la defensiva. Claro que ignoraban el hecho de que los Vlad estuvieran tan tranquilos, incluso la misma Ángela, aunque ella lo estaba más que nada porque confiaba en Diago y sabía que estaba a salvo.




Espero que les haya gustado el capítulo.

Capítulo dedicado a Salitoosrio 💗

Puede que el siguiente capítulo también sea dedicado.
Saludos a todos.

Jocelyn C.

Una Vampira Diferente «Edward Cullen»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora