Una Vampira Diferente «Edward Cullen»

Capítulo 27

Narra Estella

Esta celebración está siendo fantástica. Mi abuelo siempre hace las mejores fiestas y se esmera cada año aún más.

Siempre aprovecha el avance de la tecnología, pero sin dejar de lado todo lo que antes se hacía.

Me alegra que haya aceptado a Edward tan bien, por un momento pensé que mi abuelo sería capaz de alejarlo de mí, como lo había hecho hacía años, pero se ve que le agradó mi novio.

Busco a Edward, pero simplemente no lo encuentro, a lo lejos veo a mi familia y a los Cullen y empiezo a caminar hacia ellos para preguntarles por Edward, pero antes de llegar, las luces se apagan.

Al menos aún puedo ver un poco entre la oscuridad, pero no distingo bien a las personas. La melodía River Flows In You llega a mis oídos siendo tocada en el piano.

Las luces se encienden, pero solo alumbran a una persona. Edward Cullen está tocando el piano más preciado de mi abuelo, algo que sin duda me sorprende.

Me mira sin dejar de tocar esa hermosa melodía y una sonrisa aparece en sus labios. Sonrió cuando nuestras miradas se cruzan.

Los invitados empiezan a bailar con sus parejas de forma lenta y tranquila, la melodía transmite muchas cosas.

Cuando Edward termina de tocar la melodía, se levanta y camina hasta donde estoy. Nervios comienzan a crecer en mi por todas las miradas que recibimos, aun cuando estoy más que acostumbrada a eso.

Mi novio me agarra de las manos con delicadeza antes de comenzar a hablar.

—Estella, desde que te vi por primera vez causaste un revuelo en mi —revuelo es lo que yo siento en estos momentos—, me frustrabas constantemente al igual que me molestabas y aún lo haces —suelto una pequeña risa—. Llevamos tan poco tiempo de conocernos que esto parecerá una locura, pero eres tan magnifica —si fuera humana en estos momentos estaría sudando de los nervios, porque sé para dónde va esto y la emoción en mi es tan incontrolable que incluso siento que todo me quiere dar vueltas—. Eres lo que no sabía que estaba esperando —la sonrisa en mi rostro cada vez se empieza a hacer más grande con cada palabra que dice Edward—. Aún con tan poco tiempo, hemos hecho demasiadas cosas juntos que ahora no puedo ver mi existencia sin ti a mi lado. Me enseñaste que ser un monstruo no es tan malo como pensaba —Edward me da un beso en la frente—. Así que hoy, enfrente de todos y con la aprobación de tu familia —se separa de mí y saca una caja de terciopelo negro para después arrodillarse y abrir la caja frente a mi—. ¿Te casarías conmigo?

Tal vez mi corazón ya no lata, pero podría jurar que sentí como si se detuviera. Mis ojos comenzaron a cristalizarse y el hecho de no poder derramar ninguna lágrima me frustra demasiado en estos momentos.

Las miradas están sobre mí, pero lo único que tengo en mente son tres cosas:

1. Mi abuelo y mi padre confían demasiado en Edward para dejar que me pida matrimonio.

2. Edward es romántico, pero no demasiado, algo que definitivamente me gusta.

3. Edward Cullen me está pidiendo que me case con él.

De nuevo, una sonrisa se extendió por mis labios y empecé a asentir repetidas veces mientras musitaba un "Sí, sí quiero casarme contigo", pude ver como Edward soltaba un pequeño suspiro y tomaba mi mano delicadamente para colocar el hermoso anillo de oro blanco con diamantes en mi dedo anular de mi mano izquierda.

Cuando lo colocó, se levantó y lo acerqué a mí para poder fundirnos en un lento beso. Los aplausos no se hicieron esperar, pero en este momento sólo puedo pensar en el hombre que estoy besando en estos momentos y en cuanto lo amo.