17. un buen final.
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La mansión resonaba con la melodía del éxito, las risas se entrelazaban con el sonido de copas que chocaban en un brindis de victoria. La alegría era palpable en el aire mientras los invitados se entregaban al festejo, celebrando la derrota del hermano oscuro que había amenazado la paz de la familia. Sin embargo, en medio de toda esa euforia, una figura se mantenía en la periferia, atrapada en sus pensamientos.
Adelaide observaba a su alrededor, pero su mente estaba en otro lugar, absorta en la compleja situación que rodeaba a su hija. La imagen de Hope, ahora marcada por la presencia de Accalia en su interior, la llenaba de una profunda preocupación. ¿Cómo podría explicarle a Niklaus lo que había sucedido? ¿Cómo encontraría las palabras adecuadas para hacerle entender la gravedad de lo que estaba ocurriendo?
La voz baja y familiar de Niklaus la sacó de su ensimismamiento.
—¿Estás bien? —preguntó él, sus ojos azules reflejaban la inquietud que sentía al verla tan distante.
Adelaide giró su rostro hacia él, obligándose a esbozar una sonrisa tranquilizadora.
—Sí, tranquilo, no te preocupes —respondió, acercándose para depositar un beso breve en sus labios, un gesto que intentaba calmar tanto a él como a sí misma. Sin embargo, sus pensamientos no podían escapar de la realidad que los acechaba—. ¿Sabes lo de Hope y Kalev?
Niklaus frunció ligeramente el ceño, pero luego asintió, su mirada se desvió hacia la joven que en ese momento reía mientras molestaba a Kalev.
—Lo deduje, noté su acercamiento —dijo con un tono que mezclaba resignación y comprensión—. Le di mi charla de advertencia.
—Yo también lo hice, creo estar segura de que le quedó claro —respondió Adelaide, dejando que una sonrisa juguetona se asomara en su rostro.
Ambos compartieron una mirada cómplice antes de volver su atención al resto de la mesa. Había una calma en el ambiente, una sensación de normalidad que parecía casi irreal después de todo lo que habían pasado. Era un pequeño oasis de felicidad, un respiro en medio de la tormenta.
De repente, Kol se puso de pie, llamando la atención de todos al golpear su cuchara contra su copa.
—¡Atención, familia! —dijo con entusiasmo, una chispa traviesa en sus ojos—. Ahora que la familia está más unida que nunca, creo que es el momento perfecto para celebrar correctamente la unión entre Niklaus y Adelaide.
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burning love - klaus mikaelson │²
FanfictionAdelaide había hecho un gran sacrificio al saltar por la brecha, dejando a su hija y a Klaus solos. Pero a ella solo le importaba saber que Hope estaría a salvo. El infierno, un mundo nuevo y no descubierto, quien lo gobierna es alguien despiadado...