3: Sentimientos

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Con su brazo dominante roto, la preocupación carcomiendo su mente y apoyado a Javier volvió a su gran casa, en la puerta lo estaba esperando Matt, su mayordomo/niñera, quien lo esperaba molesto.


-Señor, esto ya había pasado antes- le dijo Matt cuando lo tuvo a una distancia prudente -y como le dije en ese entonces debe salir con guardaespaldas ¿Qué hubiera pasado si no hubiera vuelto? ¿A caso piensa en las consecuencias?


Mike solo bajó la mirada, sabía que él tenía razón, sabía que no pensaba bien en las consecuencias pero lo hacía porque se sentía prisionero de esa realidad a la que se había tirado de lleno, lo hacía porque a toda costa quería escapar de allí. Cuando era más joven pensaba que ser famoso implicaba poder hacer lo que quisiera como no sé comprar yates y hacer extravagantes fiestas en el, viajar por el mundo y hacer todo lo que de adolescente soñó, además de claro escribir, hacer shows y grabar videos, esa gran vida la tuvo durante un corto período, pero ahora estaba aquí encerrado bajo un contrato que le cortaba las alas y le negaba todo aquello con lo que soñó.

-Y tú, muchacho deja de fingir ser un filántropo empedernido- la mirada del hombre se volvió seria al ver a Javier -toma este dinero y desaparece de la vida de Mike.

-No señor, tan solo...- el azabache fue interrumpido por Matt.

-¿Quieres más dinero? Te podemos hacer un cheque en este ...- esta vez él fue interrumpido por el bartender.

-No señor, solo quería ayudar a mi amigo, nada más, no necesito dinero ni nada, solo quiero que él esté bien.



Mike miró todo esto en silencio, recordando que la anterior vez el joven que lo ayudó en esa ocasión recibió el dinero y se fue, recordando que gracias a ese incidente sus padres fueron obligados a firmar ese contrato que lo reprimía "por su seguridad".


-Matt, cierra la boca- le dijo mientras le hacía frente aún cuando el rubio era más bajo que el hombre -puede que no  trabajes para mí pero aún asi no te permito que trates así a alguien que me ayudó, ya te dijo que no quiere el dinero así que deja de tratarlo como escoria y lárgate un momento.

Matt puso cara de frustración y con una mirada molesta los dejó solos.

-Lamento este incidente y haberte causado tantos problemas- acto seguido el rubio se despegó del azabache.

-Espera, no es molestia, la verdad no me importa lo que haya dicho- Javier le regaló una linda sonrisa, sonrisa que le trajo un cálido sentimiento al pecho a Miguel -¿Te veo en un par de días?...

Mike guardó silencio, se le hacía difícil decirle esto.

-La verdad es que no va a existir próxima vez, van a redoblar a los guardias y mis escapes ya no van a ser posibles- La mirada de Miguel se llenó de tristeza, realmente sus salidas lo hacía sentir libre y feliz pero ahora estaba condenado a vivir dentro de esa inmensa casa.

-Entonces...-el bartender hizo una pausa -quiero trabajar para ti.


Apenas escuchó eso una ola de sentimiento golpeó su cerebro ¿Estaba bien este chico de la cabeza o el día del incidente murieron todas sus neuronas? Lo acababa de conocer y ahora quiere trabajar para él, aquella peticion le pareció algo extraña, muy extraña y ante eso no sabía bien que sentir. Antes de preguntarle si estaba loco miró a los ojos del azabache, sus ojos oscuros irradiaban calidez, así que prefirió no decir eso tan descortés.

Aquella desconocida ola de sentimientos que causó el chico en él le dieron una idea para matar dos pájaros de un tiro.

-Bien, ahora trabajas para mí- Mike sintió como Javier lo abrazó con cuidado -mañana a las ocho de la mañana te espero aquí, trae tus cosas de valor porque a partir de mañana vives conmigo- le dijo al oído.

Se despidieron con otro abrazo y después de ser regañado fue a su habitación a esperar con ansias el día de mañana.

Estrella [Mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora