Estrella [Mikellino]

El inicio de una nueva vida juntos

-¿Cómo que te quieres ir durante tanto tiempo? ¿A caso estás loco Miguel?.

-Javier- dijo el rubio sin darle importancia al señor que tenía al frente -¿Puedes esperar afuera? Esto va a durar un largo rato.

El azabache hizo caso a la orden de su jefe y salió de la oficina, cuando lo hizo se fue a parar al balcón que estaba cerca de la puerta para ver las nubes. Mientras lo hacía empezó a pensar que había sido una larga semana, pensó que no se arrepentía de haberse desvivido por su amigo, pero que le tenía miedo a la posibilidad de que Miguel dependiera de él, que dependiera al punto en donde si se aleja llegaría a matarse.
Parado en el balcón pensó en decirle a su amigo que necesitaba buscar ayuda.

[...]

Después de unas largas horas de espera salió Miguel con una sonrisa.

-Al parecer lo convencí.

-¿Y qué es lo primero que vamos a hacer?- dijo con voz serena.

-Ir a un lugar especial.

Y antes de que Javier pudiera decirle lo que tenía en mente salieron del lugar.

[...]

El día fue algo pesado, el lugar al que fueron fue a la casa de los padres del rubio, allí almorzaron y salieron una vez más a un lugar que no parecía común. Sentados en el auto, que estaba aparcado en el estacionamiento del lugar, Javier vio como el rubio quitó la sonrisa que tenía en el rostro y dirigió su nerviosa mirada a sus pies.

-Javier- habló el rubio -quiero decirte algo.

El azabache guardó silencio esperando a que continuara.

-Ayer me di cuenta de que eres un buen amigo y que en verdad no sé cómo hubiera superado todo eso sin ti, pero no quiero depender de ti, no quiero consumirte para sentirme mejor, no quiero acabarte- el ex bartender vio como Mike clavaba su mirada en él -quiero que mantengas tu vida y quiero arreglar la mía para poder ser feliz a tu lado. Así que he decidido ir a un psicólogo pero ahora que te confieso todo esto no puedo dejar de temblar, la ansiedad se está haciendo incontrolable ante la idea de que te alejes...

Javier de manera rápida se acercó para abrazar al chico de su lado para calmarlo, sabía bien que era lo que necesitaba en estos momentos.

-Estaré para ti durante todo el tiempo que necesites- dijo el azabache con una sonrisa, le alegraba bastante que Miguel le haya contado eso.

Después de un largo tiempo abrazados, el chico sintió como su jefe se relajó.

-Es hora de entrar.

Javier sabía bien que este era el inicio de una vida nueva para su joven jefe y también sabía que estaba listo para compartirla con él.