5: Lazos

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Era sábado por la mañana y Miguel despertaba, otra vez, mágicamente en su cama, como cuando era un niño. Acostado en ella, recordó con nostalgia las tardes de películas que tenía con sus padres, tardes en las que se quedaba dormido y cuando despertaba lo hacía en su suave cama.
Toda la semana había pasado lo mismo y sospechaba que el responsable podía ser Javier. No tenía pruebas de ello, pero tampoco tenía dudas. La verdad era que tenía el presentimiento de que aquel amable y dulce chico era el responsable de esa adorable acción.

Se levantó con cuidado, saludó a su pequeño cachorro y se dirigió al gran comedor para su desayuno; de camino dirigió su mirada a la habitación del azabache y al entreabrir la puerta pudo verlo parado en el balcón. Despacio se acercó por detrás del chico y lo sorprendió haciendo que este se sobresaltara.

-¿Ya desayunaste?- le preguntó después de dejar de reír.

-Si consideras desayuno tan solo tomar café pues si- Javier despegó su mirada del jardín y enfocó sus pupilas en el rubio.

Ante esta respuesta, Mike se acercó, tomó con su mano izquierda al chico y lo llevó hasta el comedor.

[...]


El desayuno fue muy divertido para el castaño. Después de muchos años tuvo una agradable y nada solitaria comida. Las risas y ladridos llenaron ese gran lugar de la agradable sensación de estar en casa.

[...]


Después de ese agradable momento se sentaron en el jardín y viendo al pequeño perro correr por todas partes, decidieron empezar.

-Bien, Miguel- le dijo el azabache, el nombrado dirigió su mirada al chico -¿Qué necesitas que haga hoy por ti?.

-Hacer magia- le contestó con una delicada sonrisa.

Miguel le pidió a Javier que fuera por su grabadora, un montón de hojas y lápiz para empezar con el largo proceso de escribir una canción. Cuando volvió se sentaron a la sombra de uno de los grandes árboles del jardín y empezaron.

[...]

Era hora del almuerzo. Ya habían transcrito y corregido dos de las canciones que tenían pendientes.
Cansados, entraron y se sentaron a la mesa.

Con su cabeza pegada en el comedor, recordó que debía preguntar si él era el responsable de haber revivido las memorias de su distante pasado ,y por sobre todo, de haber cuidado de él.

-Javier ¿Eres tú el que me acuesta en la cama cuando me quedo dormido en el escritorio o pegado a la ventana?- le preguntó cuando se incorporó en la silla. Mike vio como el contrario esbozó una dulce sonrisa y desvío con timidez su mirada.

-Sí- dijo el azabache volviendo a enfocar su mirada en el contrario -es solo que cada vez que iba a buscarte para empezar con mi trabajo te veía dormir ahí en el frío. No sé si eso te molestó, pero no deberías hacerlo. Deberías cuidarte mejor.

El rubio no pudo evitar sonreír de regreso y sentir esas cosquillas en el estómago que empezó a sentir desde hace ya varios meses.

[...]

El resto de la tarde se la pasaron pensando en la canción que faltaba. Jefe y empleado seguían sentados bajo el gran árbol, el primero estaba recostado sobre el césped con la mirada perdida en el bailar del follaje con la brisa de verano, mientras que, el segundo estaba sentado con el lápiz entre los dientes pensando en palabras acorde al tema.

-¿Te sirve "amigo fiel" para el coro?- le preguntó Javier.

Miguel no respondió pues él estaba demasiado concentrado en sus pensamientos.

Mientras veía el movimiento de las hojas pensaba en su vida, pensaba en su alegre niñez, pensaba en su complicada adolescencia y pensaba en todo lo vivido en su corta adultez. También pensaba en todas las personas que llegó a conocer durante su vida, en las que marcaron su memoria y en las que se alejaron. Aquellos vínculos ayudaron a definir lo que era actualmente. Y pensó que un lazo nuevo revivió sus ganas de vivir y de experimentar.

-¿Por qué haces amigos?- dijo sin contexto alguno, su acompañante lo regresó a ver -¿Por qué consigues pareja? ¿Quién es tu familia?- Javier se mantuvo en silencio -Los lazos personales están en todas partes y son realmente curiosos. Te rodeas de personas que a primera instancia y durante toda tu vida son desconocidos que llegan a formar una parte fundamental en tu vida. Tus amigos, pareja, familia y todos a quienes consideres algo formamos parte de ti. Los lazos que formas son muy importantes a la hora de definir quién eres tú.

Cuando terminó sintió como el azabache posaba su mano sobre su cabeza y la acariciaba con suavidad.

-Ahora tenemos otro trabajo pendiente.

Miguel ante esa respuesta sonrió suavemente.

Estrella [Mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora