Día 20. Clothes Swap

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Les juro que no es mi intención abandonar las cosas, pero la Uni me está matando XD

Bueeeeno, aquí les dejo otra parte de este proyecto que lleva más de un año en desarrollo (¡khé vergüenza!). Les tengo la gran noticia de que por fin terminé el último de los temas que tenía planeados para esta serie que, irónicamente, no es el último día. 

Como siempre, les dejo los posibles avisos de contenido: Three Gay Caballeros (implícito, o sea, si no lo quieren ver así pues no lo vean así amikos, no hay problema)


̶ ¿Cómo rayos puedes usar esto de forma cómoda? Siento que se va a romper con cualquier movimiento que haga.

̶ Na'mbre, eso no pasará

̶ Nope. Esto me va a cortar la circulación en las piernas

̶ Ay, no seas exagerado. Ya sal, ándale.

Se escuchó el sonido del cerrojo abrirse y, de una de las habitaciones en un rancho de Jalisco, salió un joven rubio portando un hermoso y adornado traje de charro en color borgoña. Bien ceñido y entallado en todo su cuerpo. El joven estiraba los pantalones en la parte de las piernas, tratando de hacer que este se separa un poco más de su piel para evitar que el traje dejara tan poco a la imaginación.

̶ Ya no quiero ir a la fiesta

El estadounidense se dirigió al mexicano que le esperaba afuera, un joven moreno recargado en la pared. Vestía un típico uniforme de la marina estadounidense, una copia casi idéntica del traje que el rubio poseía.

̶ Ya no estés de quejumbroso, le prometimos a José que iríamos de fiesta con él

̶ ¿y por qué tengo que vestirme así?

̶ ¡Es Halloween, Donnie! Vamos ¡Te ves bien! Y te gusta el Halloween

̶ Sí, bueno... esto es muy incómodo. Siento que se me ve todo, Francisco. TODO ¿Cómo no te da pena usar esto EN PÚBLICO?

̶ Ots. Uno que sabe el adonis que es. El traje le agrega al sex appeal, amigo.

El mexicano le dirigió un guiño al rubio y pasó el brazo por los hombros. Con seguridad y delicadeza comenzó a encaminarlo por la casa hacia la salida. Se toparon con varios miembros de la familia Quintero, pero estos sólo les comentaban lo bien que se veían.

̶ Uff, Donald. De haber sabido lo que escondías...

̶ Calmada, Aurora. Este hombre no está en el mercado.

̶ Eso no quiere decir que no pueda admirar, primo.

Si bien, los comentarios eran positivos, la mortificación del estadounidense por lo ceñido del traje parecía no querer irse. Menos con el comentario de la prima Aurora. No podía imaginarse lo que se encontraría allá afuera, en una fiesta de antro donde la mayoría de gente tendría en sus sistemas valor líquido.

̶ Ugh...

̶ Mira, ya me lo apenaste.

̶ Si Della me viera...

̶ Te diría que te ves fenomenal y que salieras a divertirte. Vamos, que José no se arregló para que lo dejemos mal.

̶ ¿Por qué? ̶ más que una pregunta era una súplica y un quejido

̶ Porque quedamos en que seríamos los caballeros para su dama ¿recuerdas?

Cierto.

José usaría el disfraz de mujer al que le tenía mucho cariño, mientras ellos usarían los trajes distintivos del otro para no ir sin disfraz.

José estaba muy entusiasmado al respecto. Ya llevaba un tiempo que quería irse de tertulia a uno de los centros nocturnos de México y cuando uno de los amigos de Panchito le comentó de un evento de disfraces que se estaba preparando para octubre, el brasileño se lanzó a la oportunidad de celebrar Halloween con sus mejores amigos y de dar un buen show.

Porque José, en el fondo, era una diva y ambos, Panchito y Donald, lo adoraban. Así que le dijeron que sí.

̶ Bien. Está bien.

̶ ¡Eso! Esa es la actitud. Ahora, hay que apurarnos, tenemos que pasar por nuestra bella dama al centro, ándale.


Como siempre, espero lo hayan disfrutado y recuerden que son libres de dejar comentarios, sugerencias, correcciones, etc. Trato de atenderlos en lo posible y me ayudan mucho en mi camino como narradora.

Gracias por leer.

The Three Caballeros Covid-19 FestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora