Día 25. Flores

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¿Qué dijeron? "A esta mujer se le volvió a olvidarrr". Pues no XD es un milagro.

Bueno, les dejo otro pedacito de esta compilación sin ton ni son.  Esta vez José está viviendo mi sueño inalcanzable porque todo lo que toco perece.

Warnings: Ninguno realmente. Esta historia está bastante normal y no tiene un pairing como tal. Pero, de nuevo, las interpretaciones pertenecen al lector y son tan válidas como las del autor ;)

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Si había una labor manual en la que José pudiera ocuparse todo el día sin problema alguno, esa era la jardinería.

Mantener las hojas y flores de una maceta no era ningún problema para él, investigar sobre los cuidados de una planta en específico o la forma de erradicar una plaga eran una distracción agradable. Podría pasarse las horas atendiendo las necesidades de un jardín bien dotado y el brasileño podía estar en paz y con un espíritu elevado, sin un atisbo de cansancio después de estar encorvado durante un tiempo prolongado.

Para sus dos amigos descubrir esto fue toda una sorpresa.

La primera vez que visitaron a José en Brasil ninguno se imaginó que encontrarían un departamento repleto de macetas en todos lados. Iniciando con la puerta que era flanqueada por dos macetas de begonias. Al entrar, se encontraron asombrados por la cantidad de plantas y flores de las que José se encargaba.

Había macetas de todo tipo y tamaño que albergaban una gran variedad de plantas. Desde enormes que contenían racimos de palmas, unas medianas cerca de las ventanas, pequeños contenedores de barro con flores y helechos enanos que adornaban las superficies de mesas, recargaderas y paneles; incluso había varias macetas colgando desde las orillas del muro con enredaderas que se sostenían entre ellas.

Tan solo en la sala parecía haber reencarnado la misma madre naturaleza, con sus frescos y dulces olores.

La cocina estaba en un estado parecido, había menos plantas de ornato, pero en un área cerca de la ventana se encontraban cartones de huevo con cascarones rellenos de tierra, cada uno con pequeños brotes de plantas usadas en la cocina; cada cascarón contaba con el nombre de la planta que habitaba en ellos, desde mejorana, hasta cilantro y albahaca.

̶ Son para plantar afuera, a veces les regalo a mis vecinos.

La dulce voz de José se escuchaba melodiosa con ese tono alegre y orgulloso de su arte.

Incluso les mostró con suma emoción sus manojos de las diferentes especias y semillas que lograba llevar a la fruición con su esfuerzo y dedicación. También los llevó al pequeño espacio en la azotea donde conservaba algunos de los tubérculos, verduras y de más, acomodados en cajones y más macetas. Panchito incluso pudo reconocer algunas de las que José le pidió que le mandase, enormes envases de cerámica y talavera.

̶ A veces los vecinos me piden les venda unos cuantos de los productos. No importa cuanto pueda cobrarles, me parece que es lo único que no podría intercambiar por dinero, ̶ les dijo mientras rociaban con unos atomizadores los jitomates y el cilantro ̶ estoy muy feliz de saber que les gusta mi trabajo, así que normalmente se los regalo.

Así es como rodeados de la frescura del aire húmedo y de la suave fragancia de gardenias, violetas y otras flores, mexicano y estadounidense no pudieron más que preguntarse esa primera vez la posibilidad de que José fuera en realidad una ninfa en piel humana.

Cuando partieron a sus hogares de nuevo, cada uno llevaba un pequeño souvenir de flores secas que por alguna razón seguían teniendo aroma a gloria. Pasó mucho tiempo para que ese olor dulce se fuera apagando y poco a poco fuera remplazado por el olor del deterioro; sin embargo, ninguno tuvo el corazón de tirar esas flores, encontraron nuevos hogares entre libros y cajones. Y no fueron remplazadas hasta la segunda visita a José.

Sin embargo, cada ida a Brasil ycada visita a México o Estados Unidos, la misma duda salía a flote en susmentes. El alegre José, amante de las fiestas, la música y el baile, como unaninfa de la naturaleza encarnando en un hombre. Era algo que los hacía sonreíral ver la felicidad con que su amigo se encargaba de las flores y arbustos a sualrededor.

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Gracias por leer. Espero les haya gustado aunque esté chiquitito.

Como siempre, les recuerdo que votos, comentarios y hasta correcciones son bienvenidos.

The Three Caballeros Covid-19 FestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora