Capítulo 13

764 109 9
                                    

ANDREY
Dimitri era mi hermano, cuando él llegó yo llevaba cinco meses en aquel infierno asqueroso y frío. Dimitri peleó contra el hombre de Iván venciéndolo luego de cuatro golpes, reí al ver al maldito que me había roto el brazo hace unos días.

—¿Por qué estás aquí? —le pregunté cuando estuvimos solos.

—No tengo a dónde más ir. Pertenezco aquí….

/////////////////////////////
Ahora años después aquí estábamos, matando y peleando juntos.

—¿Hoy estas de humor para luchar Andrey? Te hacia metido entre las piernas de tu amante—dijo Dimitri con un cigarro en su boca.

—Hoy estoy de mal humor, Dimitri me encantará volverte mierda —respondí quitándome la camisa para adentrarme al cuadrilátero.

Mi hermano de armas rio, me situé frente a él. Ambos tomamos pociones de ataque, luego me encontré con el puño de Dimitri volando hacia mi cara y yo terminé bloqueándolo, desviando y contratacando.

—Muy buen bloqueo. Aunque si la china pudo vencerte sin tener la mitad de tu peso créeme que será igual de fácil para mí.

—Ella es japonesa. —aclaré, empujándolo.

—Oh, disculpa por ofender a tu mujer. —se burló para comenzar el verdadero combate.

Eran puñetazos dados a diestra y siniestra, patadas, bloqueos. La respiración de ambos comenzaba a notarse cansada pero seguían intentando romper las defensas del otro, siempre que Dimitri y yo peleábamos ninguno se contenía, llegando a sobrepasar los límites con tal de encontrar las debilidades del otro. Mi cuerpo sudaba, tenía los nudillos cubiertos de sangre, mi labio inferior dolía pero todas maneras mostraba una sonrisa feroz y altanera, mientras que la expresión de Dimitri era pura frialdad.  Nos movíamos alrededor del cuadrilátero sin dejar de mirarnos esperando el siguiente golpe, Dimitri iba lanzar un puñetazo que bloquee con mi brazo derecho y con mi brazo libre comencé a dar puñetazos contra sus costillas, luego retorcí su brazo para darle un rodillazo contra el estómago dando por terminada la pelea.
Mi hermano estaba encorvado intentando recuperar el aire perdido por mi golpe y me miró con furia competitiva.

—Para la próxima vez tú vas a terminar en el suelo Andrey.

—Sueña con eso, ahora vámonos que hoy tenemos un trato que sellar con los irlandeses.  —dije de forma sarcástica. —Lo más probable es que terminemos matándonos un día con nuestros entrenamientos…
 
AKIKO
Por fin, después de un año mi tatuaje estaba listo. Miré en el espejo los trazos de tinta negra, verde, roja, tan colorida que daban vida al hermoso dragón de diseño intrincado, las flores que parecían a punto florecer en mis hombros. A pesar de cómo había iniciado el tatuaje, llegué amarlo. Lo consideré un símbolo de mi fuerza, paciencia y resistencia al dolor, como una armadura. A pesar de ser obras de arte no están destinados a ser vistos por nadie más que por sus amantes o su marido, a Andrey le fascinaba tanto que después de tener sexo siempre se quedaba admirándolo.

Alguien entró sin tocar a la habitación de tatuajes, de inmediato me cubrí los pechos con mis brazos.

—Miren que volvió a terminar un tatuaje que no lo merece.

—Te hacia muerto escoria —gruñí. Gojo se había mantenido en las calles con los soldados y casi nunca nos encontrábamos, esta vez él miraba cada parte de mi piel expuesta haciéndome sentir asqueada.

Agarré mi camisa, poniéndomela para después usar mi chaqueta; cubriéndome por completo de él. Lo vi acercarse a mí por el reflejo del espejo a cuerpo completo, me voltee para enfrentarlo.

©Tu Infierno es mi Paraíso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora