07

2K 226 14
                                    


Terminó de curar mis manos con alcohol, las vendó cuidadosamente para no lastimarme y me miró a los ojos con una dulzura inmensa, no podía creer que este hombre haya sido capaz de secuestrarme y encerrarme quién sabe dónde.

- No pretendo hacerte daño, mi amor - pasó sus dedos por mi mejilla-, solo pretendo hacer que me ames como yo te amo -sonrió antes de levantarse- voy a cocinarte una deliciosa cena, puedes ver el televisor mientras tanto.

Rodeó el sillón y caminó hacia atrás hasta entrar por unas puertas, suspiré, raramente ya no sentía tanto miedo; tal vez si hago lo que él me dice pueda ir a casa, no es necesario conocer su lado malo.

Me levanté del sofá y caminé hacia las sillas que daban al otro lado de la ventanilla para mirar a la cocina, se movió alrededor de la isla y sacó diferentes cosas del refrigerador, las picó en la tabla de cortar para después verterlas en el sartén, me bajé de la silla y volví al sillón, no había nada interesante que ver, solo estaba pasando bob esponja, decidí ver el capítulo, al parecer ambos querían vender chocolate pero nadie les compraba. Escuché pasos detrás de mí y un plato llegó a la mesita de centro frente a mí, era un plato Kimchi y un vaso con limonada, llegó a mi lado con otro y se sentó.

- ¿Merezco algo por esto? - preguntó mirando en mi dirección.

- Gracias...- sin estar muy seguro respiré hondo y deposité un beso en su mejilla, él sonrió inmediatamente.

- Eso fue más que suficiente, ¡oh! Adoro ese programa - subió sus pies a la mesa y comenzó a comer, imite su acción tratando de comer tranquilamente.

- Esto está muy... rico - le vi sonreír, tomó mis piernas y las colocó sobre su regazo.

- Me alegra que te guste, mi amor...- seguimos comiendo, viendo capítulo tras capítulo de la serie animada.

Terminé con mi plato y lo dejé sobre la mesa, él tomó ambos y los llevó a la cocina, regresó después de unos minutos y parado frente a mí, me miró fijamente con una sonrisa en su rostro. Se sentó antes de jalarme hacia él y abrazarme para después recostarme junto a él. Suspiró dejando besos en mi cuello.

- No quiero que tengas miedo, no voy a hacerte daño, pero solo quiero aclarar que tú no puedes salir de aquí, no hasta que yo confíe en ti, no hasta que me ames.

Enredó sus piernas con las mías y escondió su cara en mi cuello, mi corazón latía muy rápido, tenía miedo de verlo enojado, miedo de que ya no me hiciera sentir seguro. ¿Qué tan malo puede ser? No lo sé, y no quiero averiguarlo.

- Descansa mi amor


Kindappe • 𝗯𝗲𝗼𝗺𝗵𝘆𝘂𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora