Kindappe • 𝗯𝗲𝗼𝗺𝗵𝘆𝘂𝗻

26

El chico vistió una de las camisas de él mientras lo abrazaba en la cama disfrutando de su compañía mutua.

beomgyu estaba en el mismo cielo, tenía todo lo que alguna vez deseó entre sus brazos, su corazón latía de felicidad sintiendo sus piernas enlazadas con las de él. Bajó su mano acariciando suavemente sus muslos mientras besaba su espalda con sus húmedos labios.

-beomgyu...- habló él tratando de llamar su atención.

- Mhm...- respondió sin dejar de besar su espalda.

- ¿Qué es lo que en realidad haces? - el pelirrojo paró de dejar besos y se separó de él.

- Ya te dije que no puedo decírtelo...- Taehyun gruñó y se levantó de la cama.

- ¿¡Por qué no quieres decirme la verdad?! ¿¡Qué mierda es lo que te aterra tanto?!

- Tú sabes a la perfección qué es lo que me aterra...- susurró el chico al borde de la locura. Lo estaba poniendo en una situación que él odiaba, se levantó y colocó su ropa interior y pantalones.

- No puedo estar con alguien que no confía en mí...- detuvo sus movimientos y sus ojos se aguaron ante aquellas palabras que picaban como agujas en toda su piel.

- ¡No me siento orgulloso de las cosas que hago! ¿¡De acuerdo?! ¡No me siento orgulloso de torturar a personas para el placer sexual de otros! - gritó en un intento desesperado por calmar la situación.

- ¿Qué? - él soltó un grito ahogado ante su declaración.

- La gente está muy podrida, me dedico a estafar a las personas, secuestrar mujeres y hombres con las características que los ellos piden, se graban vídeos cuando están siento torturados sexualmente, el espectador decide si la persona vive o muere al final...- un escalofrío recorrió sus brazos hasta terminar como un molesto hormigueo en sus palmas.

- La mujer pelinegra...¿ella murió? - apenas y articuló.

- Sí - Taehyun comenzó a llorar mientras retrocedía a la puerta- mi amor...

- No me llames así...- se acercó a paso rápido intentando tomar su mano pero lo único que recibió fue un empujón.

- Por favor no me hagas esto...- sus pulmones tenían dificultad para cumplir su función haciendo que éste comenzara a jadear

- ¡No te acerques! ¡¿Cómo puedes vivir contigo mismo!? ¿¡Cuántas personas has asesinado?! - acunó su cara entre sus manos aparentemente frustrado.- ¡Responde!

- Ciento veinticuatro - murmuró.- y me arrepiento de cada uno.

- No voy a creer todo tu maldito y enfermo drama - había lágrimas en sus ojos-, t-tú me hiciste amarte, me manipulaste, golpeaste...- beomgyu miró dolido al chico, la tristeza comenzaba a consumirlo de a poco-. Te hundiste en mí como si esto no fuera un juego para ti.

- ¡Tú no eres un juego! ¡Yo lo único que hice desde un principio fue protegerte! ¡¿No entiendes cuánto te amo?! - sollozó arrastrando las palabras, él abrió la puerta y corrió al cuarto cerrando la puerta con la mesa de noche-. Mi amor...- beomgyu no entró aunque pudiera hacerlo - Ámame, ámame, di que me amas - susurró con la cara entre sus rodillas.- engáñame, vamos, engañame, pero no me dejes.

Taehyun lloró durante gran parte de la noche hasta que se levantó de la cama y limpió sus lágrimas. Cogió unos pantalones y se los colocó aún con dolor entre sus piernas, puso su chaqueta en sus hombros y recogió el videojuego del suelo, lo colocó en la cama a un lado de Minyu, no pudo evitar llorar en el proceso.

- Sé un buen chico...- le dió un beso al pequeño gato - papi va a extrañarte.

Por último pasó ambas manas detrás de su cuello y desabrocho el collar de plata, trató de controlar su respiración pero no podía, dejó el collar arriba del videojuego y sin pensarlo mas salió por la ventana.

Miró la cabaña detrás de él y comenzó a correr sin mirar atrás de nuevo, cada paso era una daga mas en su corazón, un metro más de distancia. Cada vez mas lejos de la persona que pensó llegar a amar.

beomgyu despertó tirado a un lado de la puerta, talló sus ojos para lograr ver con claridad y sin hacer mucho ruido empujó la puerta para entrar a la habitación. Pero al entrar se llevó la sorpresa de no encontrar a nadie dentro, sintió su corazón quebrarse al las pertenencias de Taehyun en la cama, sentía que el pecho le pesaba, unas inmensas ganas de llorar le llegaron dejándolo devastado en el suelo, sollozaba tan fuerte que algunas aves alrededor de la cabaña salieron volando ante tan desgarrador sonido.

Taehyun lo había dejado, roto y con un gato entre sus piernas que buscaba alguna caricia, beomgyu lo cogió entre sus manos mientras lloraba y acariciaba el pelaje cafe.