Kindappe • 𝗯𝗲𝗼𝗺𝗵𝘆𝘂𝗻

19

Bajamos del auto, pasó su brazo alrededor de mi cintura para mantenerme a su lado, cruzamos el inmenso jardín hasta llegar frente a la puerta principal, se escuchaban voces del otro lado, sobre todo masculinas, creo que sólo eran masculinas. Abrieron la puerta y me estremecí al ver un hombre fornido de la misma estatura de beomgyu, llevaba tatuajes y un cigarro en su boca.

- choi...- así que se apellida choi, choi beomgyu - te estábamos esperando, también a ti - su mano se acercó a mi cara.

- Aleja tu mano si no quieres que te la corte y después te obligue a tragarla - el hombre sonrió retrocediendo.

- Parece que seungmin tenía razón, eres alguien importante.

Entramos a la casa que tenía un aroma a marihuana y alcohol, fruncí el ceño ante el fuerte aroma que esta poseía, caminamos por un pasillo obscuro que llegaba hasta la mesa donde todos estaban jugando lo que parecía ser pocker.

- Él es seungmin - susurró en mi oído señalando al hombre en el final de la mesa tomando de una copa mientras gritaba al haber ganado.

- ¿Por qué estás con esta clase de personas? - susurré tratando de alejarme pero su agarre no se aflojó.

- Créeme que no es por gusto...

- ¡beomgyu! ¡Ven aquí, juguemos una partida! - seungmin rugió al final de la mesa sonriendo en mi dirección - ¡El premio es tu chico!

beomgyu sonrió sin gracia, antes de responder.

- Y al perdedor le cortamos las pelotas, si yo fuera tú no entraría a la partida.

- Era una broma, ven toma asiento.

- ¿Silla o mi regazo? - volvió a susurrar en mi oído.

- T-tu regazo...- besó mi mejilla antes de caminar hasta la silla a un lado de beomgyu y acomodarme entre sus piernas, creo que estaba agradecido de que me haya arrancado esos shorts, todos aquí parecían una jauría de perros.

- Hola, lindo, escuché que traías a este hombre llorando como marica - beomgyu rodó los ojos ante el comentario del aperlado que se encontraba riendo - pero déjame decirte que el chico no se acostó con aquella muñeca plástica, ese fui yo - sonrió ¿orgulloso?

Después de unas cuantas palabras todos comenzaron a jugar, por alguna rara razón beomgyu había ganado en la mayoría de partidas, solía hacer el póker o juntar tercias con pares. Sentí una sudorosa mano deslizarse por mi muslo, beomgyu sostenía sus cartas con ambas manos, seungmin me miraba con un dedo en sus manos indicando que guardara silencio, me removí entre las piernas de beomgyu y éste se quejó.

- Mi amor, no hagas eso o pronto sentirás algo presionar contra ti...- dejó un beso sobre mi barbilla volviendo al juego.

La mano de seungmin no se movía, apretó esta provocando que saltara y todos me vieran.

- ¿Estás bien?

- Necesito ir al baño...

- Arriba al fondo, la puerta color verde, lindo - dijo seungmin para después guiñarme un ojo.

Subí las escaleras jadeando, comenzaba a entender por qué beomgyu no había querido traerme a este lugar. Llegué a donde la puerta y al abrirla pude ver a una rubia con un hombre en la bañera, di un salto en mi lugar cerrando la puerta de inmediato.