One Piece. Luffy y Hancock, ya no hay secretos (OnePiece romance lemon)

Capítulo 4, te encontré

Había esperado días, pero de alguna manera esas tres horas, se le volvían una eternidad, mantenía uno de sus ojos en el catalejo, cuando por fin divisó a una distancia considerable nubes de tormenta que seguro escondían a la flota descrita. Corrió sobre Sanji con la intención de volar, mientras éste quedó estómago en el piso por la presión.

-Todavía estamos muy lejos-le dijo Nami golpeándolo en la cabeza-, seguimos a más de dos horas de distancia, ten un poco más de paciencia.

-Quítate de encima-pidió el cocinero casi sin aire

-Tendré que incorporar suuuuuper alas al "General Franky"

-Woooo-los ojos de Chopper, Usop y Carrot brillaban al imaginar al robot volando por los cielos. Luffy se hubiese unido normalmente a ellos, pero esta vez su atención seguía en el mar y se estiró subiendo al mástil. No cambiaba demasiado que siguiera en la cubierta con los demás o mirando desde más alto, pero perderse en sus recuerdos era más sencillo cuando había menos ruido.

**Comienzo Flashback

Amazon Lily siempre ha sido un lugar sagrado únicamente de mujeres, desde que el tiempo existe, sólo aquellas que han salido al mar se han encontrado con el género opuesto, y aunque algunas de ellas, en estos viajes, han caído en la enfermedad del amor o del deseo, y tienen por fruto alguna hija, suelen regresar para criar a las pequeñas y volverlas fuertes. Quizás por diferencia cultural o porque el amor no resulta ser fuerte, pocas han sido las amazonas que han permanecido en otro lugar, y mantener las tradiciones ha sido la mayor lucha de las líderes de la isla, generación tras generación.

Sin evidenciar cambios físicos en la emperatriz; algo imperceptible se modificó en ella y todas lo notaron. Si antes quien la miraba consideraba que ella era la más hermosa criatura del planeta, ahora, encandilaba. Su mirada se había dulcificado y aquella actitud arrogante tan característica fue reemplazada con sonrisas y comprensión a todo lo que sucediera a su alrededor; incluso aquellos pequeños animales que antes pateaba sin dudar, hoy cogía entre sus brazos para acariciar.

Comprobándose su embarazo, y con la princesa serpiente perdida en sus emociones, Nyon y sus hermanas, se sintieron en la obligación de hacerse responsables de ella, y lo más importante, idear planes de acción de lo que podría llegar a suceder en un corto y mediano plazo; y aunque todas las amazonas suspiraban y caían ante ella, como siempre; Nyon, Sonia y Mari sabían que pronto aparecería un estómago abultado que sería imposible de ocultar.

-¿Cuál es el problema de que todas se enteren?-preguntó Mari una vez más, después de no llegar a ningún consenso-. Insisto en que tarde o temprano igual se enterarán

-Aún si nadie llega a conocer la identidad del padre, si la noticia de su embarazo sale de nuestras fronteras, sabrán que ella se encuentra vulnerable y el riesgo que invadan piratas sádicos, muy distintos a los Mugiwara, aumentará-volvió a repetir Nyon, cansada, y entonces, aquel día, mencionó un argumento adicional-... Antes de Hancock, pese al Calm Belt y a nuestras fuerzas, muchas embarcaciones lograron llegar aquí buscando hermosas mujeres... chicas, los embarazos de esos años no se produjeron por amor-bajó su mirada, recordando, y las otras dos prefirieron no preguntar más, pues el recordar la crueldad de su pasado, no era algo que hicieran voluntariamente

-¡El barco de las kujas!-habló Sonia como nueva idea-. Que onee-sama se mantenga en el mar hasta que el bebé nazca

-Eso es imposible-respondió Mari-. Onee-sama ha sentido mareos y malestares en tierra; y cuando ha debido subir para ver a Mugiwara, cambia de color y devuelve toda la comida del día-volvieron a guardar silencio todas por un tiempo adicional, pensando...

-¡Eso es!-Adhirió Sonia- ¡Una enfermedad! Llevémosla al otro lado de Amazon Lily, lejos de todas. ¿No había una casa por allá? Marquemos su piel con manchas rojas por toda la cara y por donde se vea, estoy segura que en algún lugar leí que se trataba de una enfermedad muy contagiosa.