Capítulo 7, la alianza por el futuro

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En la isla originaria de las piratas kuja, Amazon Lily, uno a uno se sumaban barcos con camaradas de los mugiwara, y el palacio de la emperatriz se definió como el lugar en que cada líder aguardaría por el futuro rey de los piratas.

Sonia, que reemplazaba a Hancock a la cabeza, ordenó a las muchachas cazar reyes marinos para que las mejores cocineras se asegurasen de mantenerlos bien alimentados durante el tiempo de espera. Pero la cantidad de personas reunidas en la isla superaba las expectativas iniciales, y pronto más de diez barcos ya estaban anclados en la orilla, y seguía en aumento.

¿Cómo aquel simple muchacho había logrado atraer a tantas personas? Pero para aquel que fue capaz de ingresar directamente al corazón inalcanzable de su adorada emperatriz, seguramente no existirían imposibles; y seguían sumándose piratas, representantes de reinos, incluido Wano, y los dos últimos en llegar fueron dos navíos pertenecientes a conocidos líderes del ejército revolucionario. Algunos parecían conocerse entre sí, otros se iban presentando por primera vez, lo único en común, historias donde recibieron ayuda de Mugiwara.

Sonia había vuelto a contactar con Luffy a través del denden mushi algunas veces, coordinando los próximos pasos; pero no siempre atendía él. Y en aquella llamada, su sorpresa fue mayor al escuchar la voz de su hermana desde la otra línea, quién, junto a Mari, acabaron llorando por el inter comunicador.

-Akane-dijo entonces con la voz entre cortada la emperatriz

-Está aquí conmigo-dijo Mari-. Saluda a mami

-mamamama-dijo la pequeña y Hancock cayó al suelo desplomándose

-Está hablando... sus primeras palabras...

Y en ese momento, deseó con todas sus fuerzas el transportarse junto a su hija, agradeciendo con más que nunca el que su amado fuese tan loco como para lanzarse contra el propio gobierno mundial, por ella. Y como si sus deseos hubiesen sido oídos, las palabras más maravillosas que pudo escuchar llegaron a sus oídos...

-¡Hammok! ¡Estamos llegando!

Corrieron todos cubierta, estaban a metros de la adorada isla natal de Hancock. Luffy la cogió entre sus brazos y con su característico impulso se estiró lo suficiente para alcanzar uno de los árboles y llevarla con él.

-No podíamos esperar otra cosa-dijo Usopp, y los demás asintieron coordinados

Al pisar nuevamente su isla, la emperatriz sintió que estaba en un sueño, y corrieron ambos, como si estuvieran haciendo carreras, con todas las fuerzas que pudieron, hasta finalmente alcanzar las puertas de palacio

-¡Sonia! ¡Mari! ¡Nyon!-gritó Hancock abriendo de par en par, pero al entrar se encontró con muchísimos rostros desconocidos. Su ingreso acelerado forzó un silencio e hizo que los ojos de todos se pusieran sobre ambos de inmediato, y aquella reacción habitual de quiénes la veían por primera vez, no se hizo esperar, sintiendo pesados corazones sobre ella, se resistió de convertirlos a todos en piedra al ver a la anciana

-¡Hebihime-sama!-se acercó rápidamente a ellos; que seguían de pie en la entrada; y cogiendo a Hancock de un brazo continuó-. Supe que no habías estado muy bien de salud, así que es mejor que dejes todo en manos de tu hermana por ahora- la señaló con un gesto y con una rápida mirada la vio, Sonia estaba allí, entre medio de todos ellos-. Vamos, vamos-Hancock simplemente asintió y se permitió ser guiada.

-shishishi-Luffy seguía de pie donde mismo-. Hola amigos-dijo éste con una gran sonrisa. La habitación era enorme y aun así faltaba espacio para tantas personas. Puso sus ojos sobre cada uno, emocionándose con todos los presentes frente a él: nakamas, amigos y aliados. Recuerdos con cada rostro, hasta que divisó uno que resaltó entre todos los demás

One Piece. Luffy y Hancock, ya no hay secretos (OnePiece romance lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora