One Piece. Luffy y Hancock, ya no hay secretos (OnePiece romance lemon)

Capítulo 5, detrás de la pesadilla

¿Había llegado demasiado tarde? ¿Acaso ella había muerto?... Se mantenía aferrado a su cuerpo con un mar de lágrimas y el peor dolor experimentado de toda su vida.... Reaccionó sólo al notar a Chopper junto a ambos, tocándole las muñecas a ella en busca de pulso, y luego volviéndose más grande para ver en sus ojos y boca. Le hablaba

-Está deshidratada- En la mente de Luffy el tiempo se había detenido... ¿No había llegado tarde entonces? Miraba al médico frente a él- Necesitamos llevarla a mi estudio para comenzar el tratamiento-el capitán reaccionó con rapidez, tomó una vez más a Hancock y se encaminó hacia el lugar indicado, dejándola recostada con la mayor sutileza que permitieron sus temblorosas manos. Tomó una silla y la ubicó junto a la camilla donde la acababa de depositar; mientras el renito se movía por todos lados y conectaba una vía y una manguera con suero en uno de sus antebrazos-... Luffy, hay que quitarle estas cosas-señaló las esposas que ella aún llevaba

-Sí, es cierto-se levantó con rapidez y corrió fuera... Zoro, él fue capaz de cortar las rejas de Kairouseki, pero se detuvo recordando cómo lo hizo y sus resultados, por lo que desistió de inmediato, imaginando que la cortaría también a ella. ¿Quién más podría ayudar? Y entonces vio a tres de sus nakamas y se dirigió directo a dos de ellos- Usopp, Franky... Necesito de su ayuda para quitar las esposas de Kairouseki rápido.

-¿Por qué les preguntas sólo a ellos dos? ¿Y yo qué?-Nami puso sus brazos en jarra

-¿Tú Nami?-ella le sonrió mostrando todos sus dientes

-Ya verás-se apresuró a su habitación y luego al despacho de Chopper, cerrando la puerta y dejando a Luffy fuera, que hasta ese momento la seguía por todos lados. Minutos más tarde la pelinaranja salió con las esposas en sus manos-... ¿Decías?

-¿Olvidas el apodo de nuestra navegante?-dijo Usopp sonriendo detrás de él-. La gata ladrona puede abrir cualquier cerradura ¿no?

-Gracias Nami shishishi-la sonrisa perdida regresaba a su lugar

-¡Suuuuuper!-gritó Franky haciendo su baile de celebración, pero no alcanzaron a decir nada más porque Chopper se asomó con el rostro más serio de su vida, desde la misma puerta que seguía abierta.

-Necesito silencio-y cerró, dejándolos afuera. Luffy intentó abrir, pero estaba asegurado.

-Chopper, déjame entrar-dijo en la voz más baja que pudo hacer. Los demás se miraron entre ellos y se fueron alejando de a poco-... Chopper-silencio- ... Por favor, necesito estar junto a ella-silencio-... Prometo que me quedaré callado-recién entonces se abrió la puerta, y el azabache entró antes de que el renito cambiará de opinión, sentándose en la silla que estaba junto a ella. El pequeño se movía por diferentes estantes, mezclaba algunos productos y generaba nueva medicina.

Cogiendo la mano que no tenía nada conectado-estaba congelada-, la observó con detenimiento, mantenía sus ojos cerrados y estaba cubierta con una enorme frazada, respiraba lentamente y con semblante descompuesto, le parecía más delgada y pálida que nunca, y cada observación le traía alguna pregunta: ¿Por qué se desmayó de pronto? ¿Por qué estaba tan fría si estaba cubierta? ¿Estaba herida? ¿Cuándo despertaría? Quiso hablar, pero apretó sus labios para no ser expulsado. Y entonces notó a Chopper aproximándose a ella, y luego acomodándola un poco para sentarla, vio como le daba probadas de una mezcla verde en los labios. ¿Qué le estaba dando?

-No sólo estaba deshidratada, está desnutrida. El suero y las medicinas le ayudarán a recuperar sus energías, pero el líquido baja la temperatura y por eso es mejor que esté bien abrigada... Va a despertar en cualquier momento-Luffy abrió la boca, sorprendido de escuchar respuestas sin haber formulado preguntas, iba a hablar, pero recordó que prometió quedarse callado y asintió con fuerza. Pero entonces Chopper abrió la boca de par en par y lo miró de pies a cabeza notando sus heridas no tratadas-... ¡Luffy!