Ambos sabían que ella no estaba totalmente recuperada aún, pero les fue imposible detener la mutua necesidad de sentirse conectados, al regresar a la ducha. Quizás el tiempo separado o la posibilidad de haberse perdido, pero se aferraban entre sí con desespero y ferocidad. El problema es que cuando ella alcanzó su límite y llegó al climax consecutivamente, cayó desmayada entre los brazos de su amado. Luffy se habría sentido culpable si no fuese porque aquella no era la primera vez que terminaba así por el entusiasmo del futuro rey de los piratas, y porque el rostro de su mujer permanecía ruborizado y sonriente, acomodado en su pecho. Luffy la llevó fuera con cuidado, la secó y luego la recostó; quiso vestirla, pero recordó que no tenía más vestimenta que el abrigo que seguía colgado en la puerta. La acomodó bajo las sábanas y decidió acudir a sus nakamas femeninas: Nami, Robin y Carrot
-Yo podría prestarle-dijo Robin sonriendo
-Pero no creo que a la emperatriz pirata le guste la idea de vestir ropa usada-dijo Nami-. Tranquilo, yo tengo ropa que no he utilizado nunca-y le dio una gran sonrisa a su capitán
-¿¡En serio!?-dijo emocionado
-Claro, así que te la venderé a muy buen precio-le dijo con el símbolo del dinero en ambos ojos, la gata ladrona no perdía oportunidad y Robin comenzó a reír
-¿¡Qué!? Pero Nami tú administras todo el dinero-le dijo Luffy con ojos enormes
-Claro, lo descontaré de tu parte-y cerrando un ojo comenzó a caminar hacia su propia habitación. Luffy le siguió y se quedó de pie viendo como ella abría muebles y sacaba prendas que iba separando del resto, acumulando un montón sobre la cama. Una vez que tuvo un grupo considerable de prendas, fue enseñándole algunos vestidos, pero cuando él los miró de cerca...
-Oh-su rostro que hasta ese minuto se había mostrado alegre, cambió-. Nami... a ella no le gusta mostrar su espalda-recordó su marca y los últimos eventos que habían abierto viejas heridas.
-¿En serio? A ver-y entre lo que tenía separado siguió buscando, hasta que encontró algunas poleras-camisetas- completamente cerradas, un par de pantalones y faldas. Vestidos con esas características no tenía nuevos.
-¡Está perfecto! Muchas gracias Nami-le dijo cogiendo todo con su velocidad habitual
-Espera ¿no piensas que necesitará también ropa interior?- preguntó sin pensar
-shishishi es cierto-se quedó quieto. Y entonces Nami volteó algo complicada pensando que Luffy vería prendas que compró pensando en sí misma, aunque ¿No era él quién los había terminado sorprendiendo a todos teniendo una pareja e hija secretas? Es más, quizás los demás también tenían sorpresas parecidas, después de todo, Zoro y Sanji eran mayores que ellos, y el cocinero era el más entusiasta conquistador ¿No había estado incluso dispuesto a casarse hace poco? y entonces sintió una presión en el corazón; pero quitó esa idea de su mente y simplemente se dijo a sí misma "ya qué".
-Bien- eligió prendas simples, que todavía conservaban su etiqueta, guardándolas en un paquete cerrado y se las entregó-. Con esto será suficiente hasta que lleguemos a Amazon Lily al menos; pero si necesita algo más, le dices que venga a verme y ella misma puede elegir
-Gracias Nami!!-y corrió de regreso a su recamara, donde la princesa serpiente aún continuaba profundamente dormida. Dejó la ropa sobre la cómoda y se recostó a su lado, para verla dormir un poco más. Había escuchado a Sanji llamar a todos a comer, pero no se movió en lo más mínimo, al menos hasta que ella reaccionó por sí sola. Se acercó a ella y le dio un casto beso en sus labios
-Lu... Luffy-cogió la sábana y tapo hasta su nariz avergonzada-... ¿Qué... pasó?
-shishishi creo que es mejor que esperemos a que tu cuerpo se recupere-le dijo tomando una de sus manos y besando su palma, viendo como efecto la reacción que esperaba de ella en un rostro cambiando totalmente a rojo... ¿Y cómo no iba a ser así? Si después de todo, había sido ella quién insistió, ambas veces-. Es cierto, te conseguí ropa-estiró sus brazos por las cosas sobre la cómoda, acercándolas hacia ella-. Nami dijo que la ropa está nueva y que puedes quedártela si te gusta, y que si no te gusta puedes ir a escoger algo que sí.
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One Piece. Luffy y Hancock, ya no hay secretos (OnePiece romance lemon)
FanfictionResumen: ¿Qué ocurrió con Hancock y Luffy en esos dos años de entrenamiento? ¿Podrá Luffy quedarse quieto cuando los nobles descubran que la hermosa emperatriz pirata realmente es una esclava fugitiva? Los personajes de One Piece no me pertenecen, s...