The Uchiha ¿Cats?

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𝓥𝓮𝓻𝓭𝓪𝓭𝓮𝓻𝓪 𝓯𝓸𝓻𝓶𝓪
真の姿

Amane entró a su casa feliz, sacó sus zapatillas de dos patadas.

-¡Joder, claro que si! ¡En tu maldita cara, madre!

Observo a los gatos, había dos en el sofá y uno dentro de la cesta de sábanas.

-¡Ouh! ¡Oye, amigo, son sábanas limpias!

Pero se trataba de Madara, dio un par de pasos hacia atrás al ver el aura que emanaba el gato.

-D-digo, no es que me moleste... - dejo la bolsa de plástico en el suelo-Vaya que no entiendo como es que tienes esa aura.

Se quitó el saco junto a la blusa y la falda, los lanzó hacia la cesta donde estaba Madara, terminó en sostén, bragas y sus medias negras.

El gato soltó un gruñido, Sasuke le dio una mirada rápida y volvió a recostarse, en cambio Obito permaneció observándola y Madara parecía estar desinteresado.

-Vaya... Hoy tuve suerte, creí que me quedaría sin trabajo pero al contrario, me ascendieron.

El gato a quien Amane reconocía como Sarada corrió y salto sobre Madara, este soltó un gruñido, pero no le hizo nada.

Obito aprovecho y se acercó más a Amane, pero Shisui se le adelantó y se subió al regazo de la rubia, se frotó un poco contra ella, la muchacha ignorante de la situación, acarició al gato y lo estrecho más contra ella.

-Que lindo eres, Shisui.

Itachi apareció y observo fijamente a Shisui, este hizo lo mismo, se vio obligado a bajar del regazo de la muchacha reconociendo que Itachi estaba dispuesto a ir y darle una lección.

Cuando nadie se dio cuenta, Sasuke se acurrucó contra Amane, está comenzó a acariciarlo con tranquilidad.

...

Amane estaba abrazando algo cálido, realmente cálido, no quería moverse, pero reaccionó de inmediato, soltó un grito ahogado al ver que se trataba de un hombre.

Cayó de la cama en breve alertando a los gatos y el muchacho.

-¿¡Quién eres!?- chillo colocándose en posición de pelea.

-¿Ah?

Parecía más dormido que despierto.

-¿Tú que haces en mi habitación?

-¡Es mi casa!

Parecio recordar algo, soltó una risilla avergonzado, cuando intento levantarse e ir hacia ella, se ganó un golpe, la fémina en cuestión de segundos lo tenía sometido contra la cama.

-¿¡Quién eres y por qué estás desnudo en mi casa!?

-¡No nos pongamos agresivos!- soltó un sonidito de dolor cuando la muchacha apretó más su agarre -¡Esta bien, perdona! Y-yo soy Shisui.

La rubia alzó una ceja incrédula, el muchacho podía verla por que tenía la cabeza de lado.

-¡Hablo enserio!

-Si, claro, los gatos pueden convertirse en hombres.

-¡Chicos!

Los gatos parecían totalmente desinteresados en la situación, Sarada salto sobre la cama e inclino la cabeza.