𝓥𝓮𝓻𝓭𝓪𝓭𝓮𝓼
真実El segundo día después del aviso de parte de Seiryuu era justamente el día de la cena.
Amane había llegado temprano para hablar con Naruto y revisar que todo estuviese en orden.
Se había puesto un vestido de color negro resaltando su piel, era largo y tenía una abertura en la parte izquierda.
Era un vestido que Shisui había propuesto, Itachi había dicho que se vería bien y las palabras de ambos fueron suficientes para brindarle la confianza de comprarlo.
—... Y por último, necesito que verifiquen el estado de la comida antes de servirla, si llega a tener algo demás podría provocar un alboroto y además de eso, hacer vernos mal ¿Entienden?
—Si, señorita.
—Gracias —Amane sonrió.
Naruto apareció en la puerta de la cocina.
—Amane-chan, es hora de recibir a los demás.
—Ah... Si, claro —respondió la rubia algo nerviosa, fue tras el rubio más alto intentando calmarse.
Se enderezó buscando parecer tranquila, pasando por una ventana pudo ver que habían varios autos, entre ellos el de los Uchiha, esto la alivio un poco.
Naruto se detuvo frente al elevador, pasó poco para que se escuchara el timbre y tres personas salieran de aquel lugar.
—Hiashi-dono, Hinata-chan, Neji, es un placer verlos aquí esta noche, permitanme presentarles a mi asistente —se hizo a un lado mostrando a la rubia quien sonreía suavemente —Ella es Hanagaki Amane.
—Un gusto, Hiashi-sama, Hinata-sama, Neji-sama —la rubia hizo una breve reverencia.
—Es un placer conocerla, Amane-san —respondió el mayor.
La chica de cabello negro y ojos perla sonrió de vuelta con algo de timidez, en cambio el chico asintió permaneciendo serio.
—Espero pasen una gran velada esta noche.
—Gracias.
Pasaron y Amane felicito a Naruto.
—Bien hecho, logró evitar usar 'ttebayo por más de cinco minutos.
El Namikaze sonrió contento.
—Gracias, Amane-chan.
Esta vez recibieron a los Nara, Yamanaka y los Senju.
—Mucho gusto, Hashirama-sama— saludó Amane con una sonrisa —Escuche mucho de usted.
—¿Si? Me alegra, e igualmente es un gusto conocerte, Amane-chan.
Tsunade sonrió y saludo de manera corta.
Una chica de cabello largo y castaño salió de atrás de la Senju, sonrió e hizo una pequeña reverencia.
Entraron ellos de igual manera y finalmente aparecieron los Uchiha.
—Amane-chan —saludó Itachi con una sonrisa.
—¿No trajeron a Sasuke? —se quejó Naruto al ver que Shisui estaba ahí en lugar del nombrado.
—Dijo que te llamaria después —contestó Shisui.
Los ojos de Naruto parecieron brillar.
—Entiendo, gracias.
Shisui se acercó a Amane y deposito un beso sobre su mejilla, Itachi espero un par de segundos para lidiar con su pena para después repetir la acción del mayor.
—Te ves linda hoy, Amane.
—Gracias, Shisui-san, también se ve muy guapo —ya se había sonrojado.
—El vestido resalta tu belleza, Amane-san.
—G-Gracias, Itachi-san —balbuceo Amane poniéndose aún más roja.
Madara bufó remplazando la risa que había contenido.
—Vamos.
—Si.
Los últimos en llegar, fueron quienes más captaron la atención.
Amane contuvo el aire que había inhalado.
Ōtsutsuki Kirari y dos Ōtsutsuki que, sibien no sabía sus nombres, sabía que lo eran por sus rasgos y cabello claro.
—Isshiki-sama, Kaguya-sama, Kirari-sama, es un placer ten-
—¿Kaede?
La rubia se quedó estática ante el tono con el que Kirari pronunció aquel nombre que le habían dado en su nacimiento.
—¿Es ella? —cuestionó Isshiki —Es la chiquilla que vi hace tiempo en las oficinas de Naruto-dono.
—¿Disculpe? Ella es Amane, mi secretaria.
Kirari negó, se acercó inmediatamente a Amane.
—Hija, Kaede, por favor, Tomoe ya te lo dijo, pero yo también te lo diré, por favor... Vuelve a casa conmigo.
La rubia desvío la mirada.
—Mi hogar jamás será contigo.
La rubia, también, casi peliblanca mayor, jadeo llevando una mano a su boca.
—Kirari, no presiones a la chiquilla —hablo Kaguya casi ignorando a Naruto, de no ser por que antes había asentido a su saludo —Si ella no desea volver con Ōtsutsuki en este momento, solo déjala, puede pensarlo más tiempo.
Isshiki observo a la menor, alejo a Kirari cuando vio que estuvo por tocarla.
Naruto se quedó callado, por suerte en ese espacio sólo estaba él y nadie más.
—No, Kirari, déjala, tus actos llevaron a la niña a dejar de amarte como la madre que debiste ser... Con o sin una hija fuera del matrimonio, pude cuidar de tu criatura, pero escogiste abandonarla a su suerte hace años y te negaste a buscarla hasta que Kaguya te escribió en el testamento.
—Eso no-
Kaguya se acercó a Amane buscando parecer amigable, su expresión era más suave que al inicio.
—Hola, Kaede... Yo soy tu abuela, me alegra conocerte por fin —extendió su mano.
La menor dudo, pero la tomó con la suya.
—Igualmente —susurro Amane.
—Tienes un hogar con las puertas abiertas para ti, no Kirari, solo yo y tu abuelo ¿Si? Visítanos en tu tiempo libre.
La rubia pareció un poco nostálgica antes de asentir.
—Gracias.
La Ōtsutsuki se enderezó, miró con dureza a Kirari.
—Entremos y no molestes más a la niña.
—Si... Madre...
Isshiki sonrió hacia Amane antes de seguir a aquellas dos.
—¿Amane ó Kaede? ¿Como debo llamarte ahora? ¿Y como no me enteré de esto? —cuestionó Naruto pareciendo extremadamente confundido.
—Amane —contestó —No quiero que nadie más lo sepa... Nadie conoce mi verdadero nombre y apellido gracias a mi padre, pero ahí lo tienes... Ōtsutsuki Kaede... Soy yo...
—Oh, Amane... —susurro el Uzumaki —Perdona, yo-
El timbre del elevador volvió a sonar.
Minato y Kushina sonrieron al ver a su hijo.
—Amane-chan, ella es mi esposa, Kushina.
—Es un placer, soy Hanagaki Amane, Kushina-san.
—Igualmente, Amane-chan.
—¿Siguen aquí? Creí que ya estaban dentro.
El rubio de marcas en sus mejillas seguía pasmado, la rubia de ojos claros respondió.
—Dijo que quería esperarlos —comentó con una sonrisa —Adelante, Minato-sama, Kushina-sama.
—Gracias, Amane-chan.

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The Uchiha ¿Cats?
FanficLa vida es injusta, pero a veces, puede dar un giro inesperado con ayuda de tu suerte. Amane tuvo gran suerte gracias a su amor hacia los animales, a pesar de no contar con muchos recursos acoge un pequeño grupo de gatos que encuentra a las orillas...