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𝓓𝓲𝓼𝓰𝓾𝓼𝓽𝓸
嫌い








Aquel castaño lucia molesto mientras bajaba las escaleras.

—Vaya... Creí que no te volvería a ver.

Los hombros de Amane estaban tensos, Sasuke hubiese intervenido, pero tenía curiosidad de saber su relación.

El sonido de un trueño retumbó por el salón, segundos después el olor a lluvia llegó a las fosas nasales de los presentes, incluso Amane se percató de esto pero fue después.

—Escuche que vivirás con nosotros a partir de ahora— se posicionó frente a Amane a menos de medio metro, la miró de arriba a abajo con disgusto —Dime ¿Engatusaste a Sasuke-kun? No creí que su tipo de mujer fuera una pobretona mal vestida.

—No te atrevas— murmuró la chica.

—Digo, después de todo, solo eres una prostitu-

Sasuke y Fugaku se confundieron por la risa suave de la chica.

—Tal vez te ha dolido demasiado mi rechazo como para llamarme de tal forma, te repito, no eres lo que yo deseo, jamás llegaras a la mitad de mis estándares.

—¿Tus estándares? ¿Entonces Sasuke entra en ellos? Ya veo, tal vez te gustan menores.

—Yo busco un hombre, no a ti.

—¿¡Quién te crees que eres, pobretona!?

—¿Me has llamado pobretona?

—Solo dije la verdad— una sonrisa cínica apareció en el rostro del muchacho al creer que había humillado a Amane.

—Indra, no puedes hablar desde tu posición de niño mantenido, lo que yo tengo no me ha sido otorgado por mis padres.

—¡Cállate!

—Amane, vámonos— hablo Sasuke dándole una mala mirada a Indra.

—¿¡Vas a quedarte con él para obtener beneficios!? ¡Dejame decirte que-!

—Cállate, Indra— ordenó Fugaku.

—No, yo no pretendo quedarme aquí ni un minuto más— gruñó la rubia dándose media vuelta y caminando hacia la salida.

—Amane, espera— Sasuke fue tras ella rápidamente.

—¿Quien es ella?— cuestionó Fugaku a Indra.

—Una prostituta.

—Recuerda que tienes madre, Indra.

—Tch... Amane, la conocí en hace años, ella iba con un hombre, aun así, comenzamos a hablar y ella se me ofreció, yo me negué y-

—He escuchado suficiente— musito el mayor.

Si, Fugaku había deducido que Amane tenía razón, Indra había estado... No, estaba encaprichado con ella pues era de las pocas que lo habían rechazado.





...




Quién al fin encontró a Amane no fue Sasuke, si no Itachi y Shisui, ella estaba cubierta por una bolsa de plástico negro imitando a un impermeable, se encontraba sentada en un callejón, justo al lado del edificio donde antes vivía.

—Amane... —le llamo Shisui.

—¿Por qué le dijeron a la señora que no me dejara entrar?— cuestionó con su voz a penas sobreponiéndose a la lluvia.

The Uchiha ¿Cats?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora