CAPÍTULO 1

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Era un lunes por la mañana, con un clima bastante cómodo para salir a dar un paseo al pequeño bosque que se situaba tras la mansión Styles. Un tanto nublado con un poco de sol, un poco fresco pero no demasiado frío, perfecto para un paseo en caballo matutino.

Harry, el hijo de Desmond y Anne, un chico de una altura un poco más alta de lo normal, con ojos brillantes de un tono verdoso cristalino, cabello castaño claro con unos rizos envidiables que cuelgan hasta sus hombros y algunos por su rostro, teniendo plasmado en su cuerpo unos cuantos tatuajes, sobre aquella piel de porcelana que tiene un brillo increíble al entrar en contacto con el sol, aunque con una personalidad demasiado amarga para su edad.

Teniendo veintidós años, siendo un chico arrogante y creyéndose superior a las demás personas de su alrededor, a excepción de sus padres y algunos de sus amigos.

Salió de casa temprano, cuando el sol apenas comenzaba a asomarse, dirigiéndose a portal de su caballo Mike.

Era un clima demasiado lindo como para pasarlo por desapercibido, así que preparó a Mike con su silla de montar favorita, para después encaminarse al pequeño bosque.

Eran aproximadamente las 7:30 a.m cuando partió a su paseo, solo, sin ninguna compañía, más que Mike.

Admirando cada árbol y algunas cuantas hojas caer, escuchando a la vez el contacto de las patas de su caballo con las hojas ya secas en el suelo. Un sonido un tanto relajante, convirtiéndose en un lugar de relajación y paz únicamente para el.

Su recorrido no duró más de una hora, cuando decidió regresar a casa. Llegando, acomodo al caballo nuevamente en su caballeriza, para cepillarlo un poco y darle de comer.

Mientras se encontraba atendiendo a su caballo, una voz lo saco de su tranquilidad.

- ¡Buenos días joven Styles! - dijo James, el jardinero

Harry volteo con el ceño fruncido y rápidamente regreso su mirada a su caballo.

- Buenos días, ¿Se te ofrece algo? - respondió Harry de una forma sería

- Su madre me mandó a qué lo buscará, fue a su habitación y usted ya no se encontraba, me dijo que si podía estar a las 9:00 a.m con ella en el recibidor de la casa - dijo James amablemente

Harry carraspeo un poco antes de responder:

- Dile que ahí estaré, puedes retirarte

- Gracias, buen día

Respondió James en su tono amable, dando la vuelta para dirigirse nuevamente a la mansión.

Harry sacó su celular para ver la hora, y faltaban unos cuantos minutos para la hora que su madre lo llamó, así que comenzó a guardar las cosas y comenzó su camino a la casa sobre aquel pasadizo de piedras y flores a los costados, para llegar a una de las entradas de la casa.

Se dirigió hasta el recibidor, encontrándose con su madre sentada en uno de los sofás.

- Harry, Buenos días hijo, te fui a buscar y no estabas, supuse que habías ido a montar - dijo Anne amablemente

- Buenos días, si me dijo James, ¿Para qué me necesitas? - respondió Harry seriamente

- Hijo, siéntate aquí conmigo - dijo Anne mientras Harry tomaba asiento a su lado - tu padre y yo no quisimos comentarte esto durante la semana, por qué sabíamos que lo más probable es que no te iba a parecer la idea, sin embargo es por tu bien, ¿Okay?

Harry frunció el ceño, y antes de que tuviera la oportunidad de hablar o preguntar de qué era de lo que su madre hablaba, James abrió la puerta.

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