CAPÍTULO 21

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Había pasado su segundo aniversario de mes, y hasta ahora todo había sido como un gran sueño para Harry.

Cada mañana tenía a alguien que le daba un beso de buenos días, y antes de dormir uno de buenas noches. Alguien que cuidaba de el cualquier mínimo aspecto tanto dentro y fuera de la casa Styles.

Comenzaron con una costumbre muy linda y distinta para Harry; ahora ambos cocinaban la cena. Olivia y Miley dejaron de preparar la cena, siendo ellos dos quienes ahora la hacían. Hablaron con Anne y ella cedió a darles esa oportunidad.

Harry aún no sabía hacer cosas complicadas, el era más como un buen ayudante de cocina, Louis se encontraba ocupado de la estufa y el horno mientras que Harry era el encargado de tener los ingredientes listos, ya fuera picar o rebanar verdura.

Era demasiado divertido para Louis, era como cocinar con un pequeño niño y a la vez enseñarle cosas nuevas.

A pesar de que Harry ya había aprendido bastantes cosas de Louis, cada día aprendía más.

A veces cuando no tenían cosas que hacer se ponían a cocinar algún postre o probar recetas nuevas, para eso debían conseguir sus ingredientes, así que se ofrecieron ellos dos a comprar la despensa de la casa cada semana.

Desde aquella vez que Harry le mintió a su madre respecto al trabajo, no volvió a ninguna agencia de modelaje. Su madre estuvo de acuerdo en que descansará y se tomará el tiempo que necesitara para estar completamente bien.

Louis cuidaba de el más que nada cuando iban a la despensa, o de compras a alguna plaza, cuando iba al club a jugar un rato, ahora Louis también, ya que habían adquirido lugar para una persona más, o cuando salía con sus amigos a algún restaurante, que en realidad ahora Louis se sentaba con ellos, pero siempre cuidando de Harry.

No eran tantas salidas a la semana, si acaso unas ocho salidas. En las mañanas iban a montar caballo como Harry solía hacerlo, pero ahora con la compañía de su guardaespaldas y novio.

En ocasiones salían solamente a caminar, también nadaban un rato en la alberca, o jugaban algún juego de mesa.

Para mucha gente sería algo estúpido tener un guardaespaldas si la mayoría del tiempo la pasas en tu casa, pero incluso puede sucederle algo estando en su propia casa.

Todo ha estado bastante tranquilo, Louis no ha tenido que defender de nada a Harry como aquella vez en el club deportivo.

Todos se encontraban perfectamente bien, Liam cuidando de Anne y Louis de Harry.

Era un miércoles por la tarde cuando Harry le dijo a Louis si podían salir de compras. Quería adquirir una nueva colección de una de sus marcas preferidas.

Decidieron que pasarían a comer comida japonesa y después irían a buscar aquello que Harry quería.

Últimamente usaban el automóvil que Harry le obsequió a Louis en su cumpleaños, y ahora ambos habían elaborado una playlist colaborativa, tenía gustos musicales de ambos.

La pasaban cantando en el camino a la plaza, a un volumen alto y moviéndose al ritmo de la canción que estuviera sonando.

Louis estacionó el auto y como siempre, Louis abría la puerta de Harry. A pesar del tiempo, aquel detalle no se perdía y Harry jamás le comentó que dejara de hacerlo, ya que le gustaba y ahora más que Louis le daba la mano al bajar del auto.

Se dirigieron a aquella tienda, y Harry entró directamente a la sección de la colección.

Louis observaba lo emocionado que Harry se encontraba, viendo aquellas prendas e incluso algo de calzado. Entraba a probarse algunas cosas, saliendo cada vez para modelar para Louis, quien le decía que todo le quedaba perfectamente bien.

Sweet & SourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora