Elena era una princesa, más conocida como la hija de la Reina Elsa.
Educada, gentil, amable y con un gran corazón, ¿eso podría cambiar cuando conozca a un pirata malvado, arrogante y odioso?
Lo único que podemos decir, es que del odio al amor, sólo...
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I think of that night in the park it was getting dark
Desperté totalmente sobresaltada, el ruido de la puerta al ser tocada aun continuaba pero era algo secundario para mí. Solo podía pensar ¿cómo es que llegue a mi habitación?.
Recuerdo haber estado en el bosque, con mi otro yo y después .... Nada. Solo recordaba oscuridad y silencio.
— ¡Elena! — Escuche la voz reconocible de Evie a través de la puerta. — No me importa que estés haciendo, pero sal rápido, llegaremos tarde.
¿Tarde?
.... ¿A dónde?
Definitivamente no sabía dónde tenía que ir con Evie, mi cerebro seguramente considero que no era algo tan importante que no pudiera recordarlo.
— ¡Elena! — Evie volvió a decir y seguidamente la puerta comenzó a ser tocada continuamente. —Se que estas ahí, Harry llego hace rato con Uma. Solo faltas tú.
Aclare mi garganta para comenzar a hablar. —Ehhh... ya casi estoy, solo que no se si ponerme botas o tenis —Mentí un poco y lo peor era que yo no sabía cómo mentir, desde niña; cuando no hacia las tareas o me quedaba jugando con Olaf hasta tarde y al día siguiente despertaba con unas ojeras enormes que cuando mi mama me llegaba a preguntar ¿Jugaste hasta tarde? Le respondía temblando y al punto de llorar por que los nervios de ser descubierta me ganaban.
Aunque sabía que Evie era una persona manipulable, siempre veía como todas las personas conseguían cosas a expensas de Evie solamente porque sabían cómo eran los pensamientos de ella. No quería ser mala por lo que rogaba que el juego que estaba a punto de hacer funcionara.
— ¿Botas? —La voz de Evie sonó ligeramente confundida —¿Por qué querrías botas? Estaremos en el parque y seguramente jugaremos.
— ¡Claro! —Reí levemente. Había funcionado. —Ya sabes, solo que la moda de hoy día.... —Suspire dramáticamente.
Me levante rápidamente de la cama y no contaba con que la sabana se enredara en mi pie al punto que en un golpe seco, caí de la cama.
— ¿Elena? —Evie sonó preocupada — ¿Qué sucedió?
Aguante las ganas de decir alguna grosería, no porque fuera una princesa y tendría que ser educada, no decía groserías por que escuche que al Capitán América no le gustaba la gente mal hablada, y por sobre todas las cosas, Steve Rogers me ayudaba a ir por el camino correcto.
—Estoy bien —Respondí después de unos pequeños segundos —Solamente s-se cayo umh se cayó... el cuadro de Mal y yo —Que pésimas excusas daba.
Evie, sin estar convencida, contesto —Bueno. Apúrate por favor. ¿Compraste algún regalo?
— ¿Regalo? —Pregunte confundida y creo que mi voz fue totalmente evidente ante mi confusión que Evie soltó un suspiro. ¿ERA EL CUMPLEAÑOS DE ALGUIEN?, antes de que Evie hablará, yo lo hice — ¡Claro que lo hice! —Reí tratando de aliviar la tensión que sentía mientras me paraba del suelo rápidamente y caminaba hasta mi closet.
