Elena era una princesa, más conocida como la hija de la Reina Elsa.
Educada, gentil, amable y con un gran corazón, ¿eso podría cambiar cuando conozca a un pirata malvado, arrogante y odioso?
Lo único que podemos decir, es que del odio al amor, sólo...
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ACASO TODO ERA MI CULPA?
"BEN TIENES QUE CREERME"
ESTABA EN MI HABITACIÓN ALISTANDO TODAS MIS COSAS PARA IRME, mi madre me había llamado hace unos minutos para decirme que todos los Reinos ya sabían lo ocurrido durante la boda de Ben y Mal. Mamá estaba preocupada por mi seguridad y ella dijo que lo mejor ahora, sería irme unas cuantas semanas a Arandelle. No me opuse ante la idea, no quería estar aquí pero igual tenia un poco de pena dejar solos en medio del caos a Mal, Ben, Carlos... A todos ellos.
Seguía un poco nerviosa por lo que había pasado hace unas cuantas horas con Harry y su maldita pregunta.
—Lo de Grace y como me besuqueo con ella, ¿acaso fueron celos?
Maldita sea.
Mire a los lados para ver algo con lo que podría cambiar la conversación pero no encontré nada.
—¿Y bien? —Preguntó.
—La cocina —Dije lo primero que se me vino a la mente —¡Eso! La cocina... Se me olvido apagarla ¡adiós!
—Pero si tu no cocinas ¡ELENA! —Lo último que escuché fue su grito mientras yo me iba corriendo.
Vaya día.
Termine de cerrar mi maleta cuando el golpeteo de la puerta llamó mi atención. Camine hasta ella y la abrí. En la puerta, estaba Harry.
—¿Harry? ¿Que estas haciendo aquí? —Pregunté.
—Nada.. Solo pasaba por aquí y ¡oh! Vi tu puerta —Respondió pasando a mi habitación.
—Claro, Harry. Puedes pasar, adelante —Dije y cerré la puerta detrás mío. —Ahora, en serio ¿que haces aquí?
—Quiero una respuesta, ¿estabas celosa de Grace? —Dijo.
—¿Yo? ¿Celosa? —Bufe—Esa palabra no entra a mi vocabulario, estas equivocado.
—Yo diría que si lo estas —Harry se acercó a mí —Veo como me miras... Literalmente me comes con la mirada, ¿o estoy equivocado? —Pregunto.
—Si lo estas —Respondí un poco intimidada por su cercanía.
Harry tomó un mechón de mi cabello y lo acarició. Me tomo de la cintura y me acerco mucho más a él, hasta que nuestros labios se estén rozando.
