Elena era una princesa, más conocida como la hija de la Reina Elsa.
Educada, gentil, amable y con un gran corazón, ¿eso podría cambiar cuando conozca a un pirata malvado, arrogante y odioso?
Lo único que podemos decir, es que del odio al amor, sólo...
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POR QUE EL NO SE FIJARÍA EN CHICAS COMO YO. TAN SENCILLAS.
" She just wants to be beautiful She goes unnoticed, she knows no limits She craves attention, she praises an image She prays to be sculpted by the sculptor Oh, she don't see the light that's shining "
Sentí como mi rostro ardía de la vergüenza. Jamás había sido tan descuida, pero este pirata me descontrolaba.
-Lo siento mucho Jay, no fue mi intención. -Traté de arreglar las cosas.
-No te preocupes, Elena.
Mire a Jay con vergüenza y Harry paso por mi lado riéndose. ¿Es posible morir de vergüenza? Por que siento que moriré.
Harry se sento junto a Uma y sonreí avergonzada, cuando mire a Mal ella me miraba elevando su ceja, al igual que Evie, está me miraba con una sonrisa pícara.
"¿Que?" pregunté moviendo mis labios, sin emitir sonido alguno.
"Harry" ambas dijeron.
Moví mi cabeza en señal de negación. Y nuevamente, sentí como mi rostro se ponía rojo.
-¿Estas bien, Elena?. -Ben preguntó.
-Claro que sí. ¿Por qué?
-Estas roja. ¿Segura que estas bien?
Asentí con la cabeza y me senté en silencio al lado de Carlos. Ya había pasado mucha vergüenza y prefería mantenerme callada. A lo lejos observe a Chad, quien estaba sentando con Audrey. A pesar de que me gustaba la pareja que Chad y Audrey hacían, sentía que Audrey no merecía a Chad, es decir, Chad no es que sea el príncipe más educado del mundo... pero Audrey lo uso cuando Ben empezó a salir con Mal. Recuerdo que me daba gracia lo patética que parecía Audrey al hacer eso, pero pensaba "No te importa lo que los demás hagas", darme ese concejo SIEMPRE me servía para ser mejor persona.
El timbre sonó en señal de que deberíamos entrar a clases.
-¿Alguien tiene Humanidad ahora? -Preguntó Mal.
-Yo
-También yo.
Mal Sonrió hacia Carlos y Jay. -Entonces vamos, no quiero ver a Mérida enojada. Adiós chicos.
Antes de irse, Mal beso a Ben y los labios y escucho como susurro un "Nos vemos después, amor" Que bello es el amor.
-Bueno, yo no tengo clases ahora. Digo, soy el rey. -Ben sonrió arrogante
