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El conocido centauro trota lentamente hacia la Casa Grande, esperando gozar de su tiempo de descanso. A pesar de que disfruta mucho de su trabajo como mentor de futuros héroes y heroínas, una mañana de entrenamiento y enseñanzas sin descanso agotan a cualquiera.

Aquella mañana había tenido que madrugar para resolver algunos asuntos que habían quedado sin resolver la tarde anterior y que, a causa del toque de queda, no se habían podido continuar. Después de resolver dichos asuntos, se había encontrado con un grupo de semidioses que querían aprender unas tácticas de defensa y habían optado por preguntarle a él. Eso le había sorprendido y complacido a partes iguales, dado que últimamente los mestizos solían preguntar a sus compañeros de cabaña más veteranos, especialmente a los miembros de los siete que seguían en el campamento.

Llevaba unas horas dictando e intentando hacer que sus pupilos entendiesen sus enseñanzas cuando un sátiro había interrumpido acompañado de un joven perplejo que miraba a su alrededor desconcertado. Debido a ese inesperado encuentro, Quirón tuvo que dar por finalizadas las lecciones y guiar a ese nuevo campista mientras le contaba lo básico de mitología grecorromana porque, al parecer, sus profesores habían optado por saltarse esa extensa parte de la historia y no sabía ni los nombres de los tres grandes. Tras una larga explicación había llamado a uno de los campistas más antiguos y le había pedido que le mostrase el campamento al nuevo muchacho para que este pudiera orientarse. Había ido a hablar con Travis y Connor para informarles de que aquella noche un nuevo chico tendría que alojarse en la cabaña de su padre - que, como dios de los viajeros, hospedaba a los no reconocidos - cuando otro de los campistas había llegado corriendo para comunicar que el chico ya había sido reconocido como hijo de Deméter.

En conclusión: aquella había sido una mañana complicada.

Así pues, Quirón se acerca a la Casa Grande para disfrutar de un merecido descanso que probablemente será interrumpido por algún descendiente de Apolo reclamando materiales de enfermería, el nuevo hijo de Deméter - asustado por ver pegasos o a Leo en llamas - o cualquier otro de sus preciados pero inoportunos alumnos. No obstante, lo que le interrumpe incluso antes de llegar a la Casa Grande es una lechuza que, curiosamente, vuela a plena luz del día.

Él la ve acercarse realmente sorprendido por el cambio de horario de dicho animal nocturno. Al menos es así hasta que divisa una carta colgada de una de las patas del animal. Sabiendo de antemano lo que se avecina, para de trotar y espera pacientemente a que la lechuza descienda y llegue a su destino. Esta, orgullosa y contenta de haber encontrado su destino, se posa en el árbol más cercano - molestando a la dríade de este - y aguarda a que el centauro recoja la carta colgada de su pata. Una vez este toma la carta, la lechuza remonta el vuelo y sale despedida hacia el bosque prohibido, probablemente en busca de un buen árbol - convenientemente alejado de los campistas - en el que descansar.

Pero a Quirón poco le importa todo ello; su atención está puesta en la carta que el pájaro le ha entregado. La escritura es clara y pulida y el mensaje tan sencillo que cuesta de entender. Quirón, no obstante, lo comprende sin demasiados problemas. Cuando acaba de leerla solo puede sentir una creciente lástima, pero se obliga a mantener la compostura.




Lo primero que hace es hacer llamar a todo semidiós con más de trece años que haya tenido un mínimo de un año de entrenamiento. Todos aquellos que cumplían los requisitos y aceptaron reunirse se sentaron en el exterior de la Casa Grande. Se colocaron formando un no muy extenso círculo. Afortunadamente, ello no se debía a muertes provocadas por la reciente guerra contra Gea - a pesar de que sí habían surgido de ese lamentable encuentro entre griegos y romanos - sino que resultaba ser así porque muchos de los campistas usuales habían partido hacia el campamento romano y el resto aún se encontraba en la enfermería o habían optado por reunirse con sus familias mortales.

Mestizos en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora