Will suspira. Ese primer día en Hogwarts no ha sido precisamente fácil para él.
Al principio todo parecía que iba a ir bien: El sol brillaba a lo lejos - casi como si su padre tratase de saludarle - y el cielo cada vez más claro no daba señal ninguna de lluvia. Había bajado a desayunar con una sonrisa en la cara, esperanzado y confiado.
Luego se encontró con Hazel.
No es que la chica fuera un mal presagio, pero la conversación que tuvo con ella fue el inicio de lo que para él era un mal día.
Recuerda haberse sorprendido al verla sola, puesto que Annabeth también es una Slytherin y habría tenido sentido que fueran juntas. Él no iba con Calipso o Jason, cierto, pero tampoco los conocía. En cambio, Hazel y Annabeth...
Una idea pasó por su cabeza por ese momento e, impulsivamente, le preguntó a Hazel por Annabeth. Inmediatamente, se arrepintió, puesto que el obsesivo comenzaba a parecer él y no la hija de Atenea.
No obstante, sus dotes en la medicina son la única razón por la que se encuentra ahí, ¿No? Si no es capaz de asegurar la salud de sus compañeros, su aportación es nula y, por lo tanto, no tiene sentido que participe en la misión. De todos modos, venir ha sido un error. Eso esta claro. ¿Cómo osa él, un simple curandero, colaborar en una misión en la que se encuentran los siete? Casi parece que trate de equipararse a los grandes héroes de sus tiempos. Ja. No puede ser más patético.
No es el único, claro. Nico tampoco forma parte de los siete, como tampoco lo hace Calipso. No obstante, una es una ninfa/diosa inmortal hábil en la magia y el otro ha sido de vital importancia en las dos guerras de los últimos años. Will, sin embargo, ¿Qué ha hecho él? Aparte de dejar morir a sus amigos y hermanos, claro.
Por si no fuera poco, había quedado en ridículo ante Hazel. Sin pensarlo realmente, comenzó a expresar las ideas que llevaban preocupándome desde se unió a la misión con la muchacha delante. Por suerte no se entendió nada, aunque eso mismo supuso una humillación. Perfecto, había quedado en ridículo delante de la hermana de Nico.
Luego se despidió de ella y se sentó en la mesa de Hufflepuff - aunque, todo hay que decirlo, no se confundió por milagro - y la comida... Dejémoslo en que no le acabo de sentar bien uno de los platos mágicos que probó.
A continuación había ido a clases. La primera asignatura llegó a resultar interesante, pero la segunda fue una tortura. Literalmente. El profesor, que ni debía estar licenciado para dar clases, castigó con la maldición cruciatus a todo aquel que no lo hacía lo que pedía a la perfección. Por suerte, sus prácticas hicieron efecto, y tan solo fue castigado un par de veces debido a su falta de experiencia. Otros compañeros, no obstante, no corrieron la misma suerte.
El encantamiento en sí era un horror que hacía que todo tu cuerpo doliese, pero el corazón de Will sufrió más por los demás. Él tenía cierta resistencia semi-divina que convertía ese dolor extremo en dolor normal, por no mencionar el hecho de que está más que acostumbrado al sufrimiento -todo gracias al campamento mestizo y su falta de seguridad -, pero el resto no. Se vio incapaz de soportar todo el daño que el resto desprendía. Sus genes sanadores se lo impedían. No obstante, no podía ayudar a todos, sobre todo porque sería notado por la atenta mirada del "profesor". A pesar de todo, trato de socorrer sutilmente a aquellos que le rodeaban, logrando disminuir su dolor.
Salió de clases, exhausto, pero como mínimo la tortura había finalizado. De todas maneras necesitaba energía, así que no dudo en dirigirse al patio donde, esperaba, la luz del sol le animaría. Allí se encontró con Frank y un chico desconocido. A los pocos minutos llegó Hazel, que se preocupó por no ver a su hermano ahí. Al parecer, habían quedado los cuatro - cinco contando al desconocido que responde al nombre de Adam - en ese preciso lugar. Sin embargo, Nico no aparecía.
Al principio no se preocupó demasiado. Es decir, ni Frank ni Hazel parecían haber coincidido con él, así que Nico no tenía ni idea de que debía estar ahí. Más tarde, no obstante, Adam mencionó que juraría haber escuchado, que no estaba permitido quedarse dentro del colegio (una nueva norma que parecían haber incluido junto con tantos cambios). Y ese año, no cumplir con una norma podía suponer un terrible castigo. Eso ya era más preocupante, porque conociendo a Nico era poco probable que este optase por ir a los exteriores del castillo - donde se reúnen la gran mayoría de estudiantes - así que debería estar ahí. La otra única opción era que este se hubiera quedado en el interior del castillo. Como resulta evidente, esto le preocupó.
Quizás se había pasado, un poco, de todos modos eso no justificaba a Adam en absoluto. ¡Qué derecho tenía de decírselo a Nico! Dioses, murió de vergüenza en ese preciso instante.
Es decir, sí, es ciertamente probable que tenga sentimientos por el hijo de Hades, al que ya considera un amigo. Y sí, es completamente consciente de que esos sentimientos nunca serán correspondidos. Precisamente por ello su respuesta era introducirlos en un gran cofre - porque si es un cofre de tamaño normal tanto am... afecto no cabría - y cerrarlo con siete candados. Pero ningún tipo de cofre, sea mental o físico, puede ni podrá evitar que se preocupe por Nico. ¿Lo malo?, que parece que esa preocupación, que esos sentimientos, son demasiado obvios para todo el mundo, incluso para alguien al parecer tan despistado como Adam. ¿Lo peor?, que este parece más que dispuesto a confesarse por él.
-Ahhhhhhh. - Suspira, tumbado sobre su nueva cama.
Probablemente está exagerando. Adam tan solo ha dicho que estaba preocupado por él, ¿no? No es tan grave, ¿verdad? Eso es algo que ha dejado bien claro desde el primer momento, por lo que en realidad Nico ya es consciente de que, en efecto, le importa. Si ya lo sabe, no importa que Adam haya revelado nada, porque no se puede revelar algo que ya sabe todo el mundo. Bueno, no es algo que sepa todo el mundo, solo Nico. Y sus hermanos. Y sus amigos. Y Adam. Aunque ahora debería añadir a Adam en "sus amigos", ¿no?
Sus ojos comienzan a cerrarse. Suele despertarse muy temprano, lo que le obliga a irse a dormir a una hora razonable. Se siente agotado, pero no puede descansar si su mente sigue bullendo sin parar. Trata de tranquilizarse y abandonar los pensamientos que llevan consumiéndole la paz esta última hora.
Quizás sí piensa en alguna otra cosa... El problema es que solo puede pensar en lo sucedido ese día: nada demasiado agradable, la verdad.
Se queda despierto, lo que bien pueden ser cinco minutos o dos horas más. No es hasta pasado esta indeterminada cantidad de tiempo que Morfeo se apiada de él y le deja adentrarse en el mundo de los sueños por fin.
Hola.
Espero que hayan podido disfrutar de esta kk de capítulo y que haya podido plasmar bien los pensamientos de Will.
Que tengan un buen día/tarde/noche.
Y gracias por seguir leyendo <3
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Mestizos en Hogwarts
Fiksi PenggemarNarrador: Una carta llega al Campamento Mestizo, en busca de ayuda. Diversos mestizos ofrecen su ayuda a Hogwarts, famosa escuela de magia y hechicería, que, debido a la llegada de cierto mago tenebroso, conocid... Leo: Por un apodo completamente ho...