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Quirón les había dicho que partirían al día siguiente, así que se habían tenido que preparar con muy poca antelación. El lugar de reunión - la reluciente estatua de Atenea que Nico, Reyna y el entrenador Hedge habían tenido que transportar desde muy lejos - está abarrotado de campistas que, al percatarse de su misión, han decidido despedirse.

-Ten cuidado, ¿eh? - Le dice Austin a Will mientras le revuelve el cabello.

-Más te vale volver de una pieza, hermanito. - Le exige Kayla con los ojos entrecerrados.

-Leo... Intenta no maquinar un plan suicida esta vez. - Le pide Nyssa. - Harley se puso insoportable la última vez ¡Y comunícate! Quiero un mensaje Iris cada mes, por lo menos.

-Te prometo que nadie tocara tus cosas, Pips. - La que habla ahora es una de sus hermanas pequeñas. Tiene una expresión desafiante en su rostro, como retando a alguien a que la contradiga. - Yo me encargaré de ello.

Mientras tanto, Calipso y Katie se abrazan. Ambas se han hecho muy amigas desde que la primera ayudo a la segunda con una plaga que amenazaba los campos de fresas.

Después de unas cuantas despedidas, los diez suben a un vehículo que espera en la entrada del campamento. Argos, con sus miles de ojos, hace de conductor. Empiezan a hablar de diversos temas, todos relacionados con la misión que tienen por delante.

-Al final, ¿Habéis llegado a despediros de vuestras familias? ¿Se lo han tomado bien? - Es Jason quien pregunta, a pesar de que el tema es un tanto delicado.

-Bueno... Mi madre estaba un poco en contra. - Reconoce Percy. - Me ha dicho que ya he hecho lo suficiente como para acabar en los elíseos diez veces. Al final, después de muuucha insistencia, ha aceptado bajo la promesa de que me mantenga a salvo y me comunique cada semana... Ah, y que no vuelva a saltar al vacío. - Dice, guiñándole un ojo a Annabeth, que le sonríe levemente.

-A mi padre no ha costado mucho convencerle, la verdad. - Asegura ella. - Sabe que andaré con cuidado y que, aunque se negase, iría de todas formas.

-Pues yo casi he tenido que usar la embrujahabla con mi padre. - Exclama Piper. - Evidentemente, no le he dicho que iba a ir a una misión peligrosa para salvar a aprendices de magos y brujas, porque ni siquiera conoce todo este mundo de dioses y monstruos, pero la idea de que fuese a un internado en otro continente no le gustaba demasiado.

-Tan solo trata de ser más cercano a ti. - Jason posa una mano sobre su hombro.

-Ya, lo sé... ¿Y qué hay de tu madre, Will? - Pregunta, intentando cambiar el rumbo de la conversación y desviar toda la atención de ella.

-Eh... Pues se lo ha tomado bien. - Asegura el hijo de Apolo. - De todas maneras, este año va a estar muy ocupada, así que tampoco la habría visto demasiado.

-¿Cómo es...? - La pregunta es interrumpida por un frenazo.

Argos abre la puerta y les hace una señal para que bajen del vehículo. No lo explica, en contadas ocasiones habla, pero el mensaje es claro: ya han llegado.

-No, no, no, no. Ni hablar. - Percy niega repetidas veces mientras observa los grandes aviones en el aeropuerto al que acaban de llegar. - Nada de aviones. Ni loco. No.

-¿Por? - Se le ocurre preguntar a Jason.

-A tu padre no le gusta que recorra su territorio. No puedo ir en avión. Eso sin contar el hecho de que me dan ganas de vomitar. Y tampoco creo que a Hazel o Nico les siente muy bien, después de todo también son hijos de uno de sus hermanos.

-Pero... - Protesta Piper. - ¡Fuisteis en el Argo II sin problemas!

-Eso es porque es el mejor. - Responde Leo, claramente complacido. - Nada muy sorprendente, puesto que lo construí yo.

Mestizos en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora