Mestizos en Hogwarts

4.

Llegan a la estación con tiempo de sobra, con el objetivo de tener margen en caso de problemas. Todos están inmensamente nerviosos, mirando a todos lados con el temor de ser descubiertos.

-Tranquilos, estamos preparados para esto. - La voz de Jason suena segura, aunque en el fondo está igual de espantado que el resto. - No nos pasará nada.

-Jason tiene razón. - Le apoya Percy rápidamente. - Simplemente, pensemos antes de hablar. Vayamos con cautela.

Todos asienten y, apoyándose entre ellos, optan por dar un paso adelante.

Gracias a Quirón y la información que este les ha otorgado, saben que para llegar a la estación mágica cuyo tren les llevará a Hogwarts deben traspasar la pared entre el andén nueve y diez. Han visto muchas cosas extraordinarias durante sus vidas semidivinas, lo que no hace que la situación deje de ser rara.

Nico se ofrece el primero para cruzar, asegurando que ante cualquier señal de peligro se moverá a través de las sombras. Esto no parece acabar de agradar a su doctor, pero todos acaban coincidiendo en que es la mejor opción que tienen. El hijo de Hades desaparece tras la pared, llevando consigo un carrito lleno de sus objetos y materiales necesarios. Pasan unos segundos, en lo que todo parece ir bien, así que Hazel no lo duda y se lanza tras su hermano.

-¡Haz...! - Intenta llamarla Frank antes de que cruce, pero ya es tarde, puesto que la hija de Plutón ha desaparecido. - ...el. - Acaba soltando, con menos intensidad que al principio.

-Muy bien, mi turno. - Decide Percy, que sigue los pasos de sus "primos".

Tras él van Annabeth, Leo, Calipso, Piper, Frank, Will y, finalmente, Jason. Acaban ingresando en una estación similar a la que acaban de abandonar, pero con un aspecto más terrorífico y deprimido. Las familias se despiden silenciosamente, mientras se abrazan como si fuera la última vez que se fueran a encontrar.

Jason pronto se fija en que no es lo único destacable del lugar. Puede localizar a varios guardias - o personas que tienen pinta de guardias - en diferentes partes del lugar. Estos parecen vigilar a absolutamente todo el mundo, incluidos nuestros semidioses y exninfa.

Debido a ello deciden no entretenerse. Se dividen en tres grupos, como ya tenían planeado con antelación, y se reparten en diferentes vagones del tren. Esto se debe, principalmente, a que deben fingir no conocerse demasiado para no levantar sospechas. Los grupos son Calipso, Leo, Jason y Piper; Frank, Hazel, Nico y Will y, por último, Percy y Annabeth.

Los cuatro primeros entran en un vagón aleatorio y se apresuran a buscar un sitio en el que colocarse. Encuentran un vagón prácticamente vacío, a excepción de un solitario chico de castaños cabellos. Tras pedirle permiso para quedarse (y ser deliberadamente ignorados) se sientan en los asientos.

Su excusa para conocerse es sencilla, y prácticamente verídica (no olvidemos que las "mentiras" con matices de verdad siempre son más efectivas). Si alguien preguntase, cosa que nadie llega a hacer, simplemente explicarían que Jason, Piper y Leo son grandes amigos debido a sus padres. Calipso, por su parte, es la novia de Leo, que recientemente se integró al trío.

También tienen sus identidades preparadas, debido a que últimamente los "sangre sucia" - hijos de muggles, personas no mágicas -, están siendo perseguidos, y es lo último que les falta. Crear esas identidades falsas no habría sido sencillo, pero digamos que tener padres divinos que se sienten mal por haber hecho tu vida un infierno y que quieren hacer más por ti tiene sus ventajas (evidentemente, hablamos de Hades, Hefesto y Poseidón, el resto tampoco es tan colaborativo. No olvidemos que son dioses y ser idiotas está dentro de su personalidad y que Apolo... Pues aquí aún no es Lester :/ Y si no os convence esta idea... Pues es una recompensa de Hera ?_? O un favor que le hacen a Quirón ?_? O cualquier otra opción con sentido que os guste más, que aquí la imaginación es importante.)