8.

178 15 11
                                    

¿Algo peor que compartir casa únicamente con Leo Valdez?

Definitivamente no, en absoluto.

Pero, después de todo, a Nico no debería sorprenderle que la suerte le abandone... Otra vez. Sin duda no es el mortal favorito de Tique.

La noche no había sido cómoda, rodeado de completos desconocidos, y estar acostumbrado a dormir solo - en su cabaña pocas veces hay alguien aparte de él - no ayuda en absoluto. A eso hay que sumarle la incerteza, pues no por nada se encuentran en territorio hostil. No saben quién podría ser un enemigo, y ello causa que su cuerpo esté inevitablemente alerta, sobre todo a la hora de dormir, a esa "supuesta hora de tranquilidad". Todo el mundo sabe que las peores cosas suceden cuando uno no se lo espera.

En cuanto al desayuno... Se lo habría saltado, gustoso, pero no duda que Will se enteraría de alguna manera. Siempre se entera. No tiene ganas de ser reñido y supervisado por el resto de su estancia en Hogwarts, así que "hace lo que debe".

Sale del comedor todavía con una manzana en su mano. No sabe si está permitido, pero como de costumbre nadie parece haber recaído en él. Nadie, excepto él, claro.

-¡Nico! - Will se acerca corriendo hasta él. - Bien, veo que comes algo. Aunque, sinceramente, espero que hayas tomado algo más aparte de la manzana.

-Lo he hecho. - Contesta resignado. Luego añade, solo para molestar al rubio. - Sabes, no soy el único compañero que tienes. No obstante, no te he visto supervisándole la comida a... Yo qué sé... Piper. O Leo. Ni siquiera a Annabeth, quien es la que más probabilidades tiene de saltarse el desayuno.

-Eh... Esto... Yo... - Will balbucea, buscando una explicación razonable que le sirva por excusa. - No se supone que les conozca. - Dice al fin.

-Ya... Pero a Frank y Hazel sí.

El de ojos azules calla durante unos instantes.

-Con... Con Hazel ya he hablado hoy, y... Y a Frank no le he visto. - Mentira, probablemente. Frank no es precisamente difícil de ver. - Así que... Sí. De todos modos, ni el uno ni la otra tienen actitudes tan autodestructivas. Y, sí, quería saludarte. Eres la persona del grupo con la que más relación tengo... Exceptuando quizás a Annabeth, quien no está precisamente para interactuar, como bien has podido observar.

-Bueno. - Una gran ola de alumnos sale del comedor, recordándole a Nico la hora en la que se encuentran. - Me temo que tengo que dejarte, William. Tenemos clases, y no será bueno ni para nosotros ni para nuestra misión que lleguemos tarde. Adiós.

-Adiós, Nico.

Will se va, por un lado, y Nico no tarda en hacer lo mismo, salvo que en otra dirección. Su primera clase resulta ser encantamientos, lo que no supondría ningún problema de saber donde se encuentra. Según los mapas que han estado estudiando, esta se encuentra en la tercera planta y también corresponde al nombre de "aula 2E". Por tanto, lo que debe buscar sin falta son unas escaleras que le permitan subir.

Siguiendo a un numeroso grupo de estudiantes acaba encontrándolas. Las escaleras son amplias y altas, pero lo que más llama la atención de ellas son su movilidad, puesto que sí: las escaleras se están moviendo. Esto sin duda provoca diversos problemas. En primer lugar, dificulta el llegar a los sitios, haciendo del colegio un lugar todavía más laberíntico de lo que ya es de por sí; por otro lado, que las escaleras se muevan, muestra una falta de seguridad importante, puesto que resulta relativamente fácil caerse. Nico agradece no ser una persona patosa.

Tras varios intentos y - para que negarlo - un ligero mareo, Nico consigue escapar de la zona de las escaleras. Su destino ahora está más próximo, y le restan unos minutos antes de que todo empiece. Es en ese momento en el que se da cuenta de su error: No lleva consigo los utensilios necesarios para la materia. Después de todo, ¿quién se llevaba el pergamino y la pluma para desayunar?

Mestizos en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora