Touchdown

Capitulo 33

Me levanté para ir a la cocina a tomar un poco de agua. Detrás de mi escuché los pasos de mi hermano. Baje un vaso, y lo llene de agua, me recosté en la encimera y lo vi, Luke me miro y sonrió.

-Sofía, yo lo lamento mucho.

-¿De qué?

-De todo, de todo lo que sucedió con Thompson, contigo, y con Cox.

-No es tu culpa, nunca lo fue- sonreí y tome un gran sorbo de agua.

-Si lo es, si yo no hubiera molestado tanto, o si sencillamente hubiera confiado en ti, nada de esto hubiera pasado.

-Son cosas que estaban destinadas a pasar, no te culpes a ti mismo por esto. Aquí no hay culpables, el único culpable es Cox por golpear a Harry y tomar la llave y venir hasta aquí. Tú no tienes la culpa.

-No hablo de lo que acaba de suceder- rio- hablo de lo que paso hace días, cuando escuchaste a Thompson. Fue mi culpa, planee todo para que el dijera eso y tu estés en el momento en el que el dijera eso, lo siento mucho. Todo fue mi culpa, todo lo que lloraste fue mi culpa y no debí hacer eso.

-Ya Luke. Ya está bien. Todo está bien.

-No lo está, quiero que me perdones. Yo sabía lo feliz que eras con él e hice todo lo posible porque no estén juntos, eso es imperdonable.

-Luke… Te perdono. Te perdono por todo. Sé que lo hiciste con intención de que no sufriera con él porque lo conoces, pero no es nada, te perdono, enserio. Además si no fuera por ti, Harry no estaría aquí. Harry no hubiera venido ayer. Harry no me hubiera explicado las cosas. Y cuando lo hice entendí todo, te entendí a ti, y por eso te perdono. Luke, sé que lo que hiciste no lo hiciste por no querer verme feliz, lo hiciste porque querías protegerme, y gracias por eso. Gracias por cuidarme. Gracias por ser el mejor amigo y hermano de la vida. Te quiero un montón, y enserio,cuando
digo que te perdono, es porque en realidad es así. Te perdono, todo y más.

-Eres una chica maravillosa Sofía, tengo suerte de tenerte como mi hermana, y ese idiota tiene suerte también de tenerte.

-Por supuesto que tengo suerte- mire hacía la entrada de la cocina y ahí estaba Harry de pie.

-¿No te han dicho que escuchar conversaciones ajenas es invadir la privacidad?- dijo Luke riéndose.

No escuche la conversación, solo que casualmente llegue cuando estaban diciendo que tengo la mayor de las suertes al tener conmigo a esta hermosa chica.
Me sonroje a lo que dijo Harry y reí un poco.

-Bueno par de tortolitos, me voy, hoy se reúne el quipo a jugar y no me lo quiero perder- se dirigió a la salida de la cocina- no te invito porque ya sé cuál es la respuesta.

-Chico sabio- se apresuró a decir Harry.

-Nos vemos más tarde Sofía- se devolvió y se acercó a mí y depositó un dulce beso en mi frente- diviértanse, pero no demasiado, y Thompson- se dirigió a el- cuídala y usen protección.

-¡LUKE!- grite un poco alterada en la cocina.

-Adiós. Y salió de la cocina.

Harry se empezó a reír animadamente, y se volvio hacía mí, mirándome con ternura.

-¿Estás bien?- me preguntó.

-Si, si, estoy bien, estoy mejor ya que estás aquí- sonreí.

-¿Ese idiota no te hizo nada?

-No, por suerte llegó Luke a tiempo y lo detuvo.

-Me alegra saber que llegó tu hermano- beso mi frente- ¿No toco nada que sea mío?

-No, nada.

-¿Cómo que no?

-No, intento besarme, pero no pudo, no lo deje, solo beso mi cuello y de ahí para abajo- baje la cabeza.

-Okey eso no sabía, y debemos quitar esos besos de el, y claro que te toco algo mío.

-¿Qué?

-Te tocó a ti, eres mía, solo mía, así solo te haya tocado un mechón de cabello, te toco, y ese mechón es mío. Así que vamos a quitar cualquier rastro que haya quedado de él.
Solo asentí, me tomo la mano y salimos de la cocina dirigiendonos a la sala. Antes de llegar al sofá me rodeo con los brazos, me miró unos segundos y unió nuestros labios en un dulce y tierno beso.

Te amo Sofía. Te amo más que a nada.
-Y yo te amo a ti Harry.

Nos besamos y caminamos lentamente al sofá, Harry se sentó y me senté encima de él. Le rodeé el cuello con mis brazos, enredando mis dedos en su cabello. Harry me rodeo la cintura empujando me más hacía él. Harry tomo mi blusa por el borde y en un rápido movimiento me la quitó. Deslizó sus manos por mi torso desnudo y empezó a depositar besos húmedos en mi cuello.

-Eres preciosa Sofía Collins- volvió a mis labios y mordió mi labio inferior- no sabes cuánto me gustas, no te imaginas cuánto te amo, no sabes cuánto te deseo, no imaginas cómo me muero por ti.
En ese instante me perdí en sus palabras, y por supuesto me perdí en el, me perdí totalmente en él.