Fingiendo Odio [SasuSaku] +18 #2✔

capítulo 22

Sasuke

Me despierto y me doy cuenta que estoy en mi cama, a duras penas puedo abrir los ojos.

La puerta se abre y mi hermano entra con una charola en sus manos.

—¿Cómo te sientes? —escucho que pregunta a lo lejos.

—Mal —susurro.

—Deberías, te tomaste tres botellas de whisky. Es un milagro que estés vivo —menciona.—por suerte vine a dejarte unas cosas, si no, te hubiera encontrado muerto.

—No es para tanto. —murmuro

—¿No es para tanto? ¿crees que no me dolería ver a mi hermano como se jode la vida? casi mueres de un coma etílico. —enfurece.

—¿Vida?—me río indignado —esto no es una puta vida. ¿Qué no ves que no quiero seguir viviendo?.

—¿Desde cuando comenzaste a depender de alguien? No eras así y por más que la quieras esto no es correcto. No vale la pena.

—Tú no me entiendes porque jamás lo has pasado, tuviste la suerte de encontrar a tu esposa sin ningún obstáculo de por medio. —miro hacia la ventana —Sakura y yo hemos pasado por demasiadas cosas que me es imposible ahora sólo ignorarlas. Dependo de ella porque jamás me había enamorado, Haruno es un droga para mi y a cada nada quiero tenerla cerca.

—Y hablando de eso... —suspira y se sienta en el sofá frente a la cama y lo miro —le pregunté a papá sobre eso que me dijiste y parece que es cierto. Hay un tema de un compromiso pero no me quiso decir nada más.

De nuevo regresa el dolor y aparto la mirada de él.

—Lamento esto Sasuke, enserio —murmura.

—No importa —digo, me llevo la mano para quitar la primera lágrima de mi rostro —ella así lo quiere, pues no puedo hacer nada, se dará cuenta al tiempo que no coincides con la misma persona en la vida dos veces.

—Y sobre lo otro también tengo algo.

Frunzo el ceño. —¿Qué averiguaste?.

—No mucho pero, si, esta en negocios no tan legales. Al menos que eso quiera hacer creer —se presiona el puente de su nariz. —pero sea como sea, no quiere que se de cuenta nadie.

—¿Cómo conseguiste esa información?. —indago.

—Lo seguí —dice —hace unas semanas en el puerto. Son unas enormes cajas en un carguero, pero lo que es más curioso es que la policía no le pide documentos.

—Es muy raro —frunzo el ceño —pero de todas maneras, déjalo así. Ya no importa que haga con su vida.

—¿Y ella? —musita.

—Ella lo quiere a él —susurro —y él a ella, eso es todo.

—¿Y que pasará contigo? —pregunta —no quiero que vuelvas a hacer eso que hiciste ayer, casi te mueres por un paro etílico.

—Ya no pasará. Trataré de sobrellevar esto, como sea pero saldré de todo este caos —digo.

—Bien. Por cierto, te vine a dejar una invitación para un evento de gala —se levanta y saca algo de su bolsillo del traje —es una reunión, más que todo, una beneficencia para niños sin hogar y queremos que hagan donativos enormes.

—¿Y eso porque me importaría a mi? Sabes que odio las fiestas ahora, más esas aburridas con viejos tomando champán creyéndose los amos del universo —resoplo.

—Me ofendes Sasuke —dice con sarcasmo —sólo ve un rato, para distraerte ¿si? Diciembre está cerca, en unos días estaremos en el último mes.