Fingiendo Odio [SasuSaku] +18 #2✔

capítulo 23

Sasuke

La lluvia me empapa y abro los ojos dándome cuenta lo que está pasando.

Reacciona maldito idiota.

Me levanto del suelo y la cargo. No me importa caminar hasta el maldito hospital si es posible. Pero necesito que ella esté bien.

Toco su pulso y acerco mi oreja a su pecho.

Aún palpita. Bien, como estudiante de medicina es mejor llevarla a un centro médico ya. No puedo hacer nada aquí, y si me tardo más perderá poco a poco su ritmo cardíaco.

—¡Sasuke!. —gritan y encuentro al portador de la voz.

Una luz de esperanza llega y sonrío llorando. Naruto baja del auto y corre hasta mí.

—¿Qué carajos...? —frunce el ceño.

—Sufrió un tipo de colisión no sé... y yo... más que todo un paro nervioso y necesito llevarla rápido al hospital, clínica lo que sea que sea bueno para que ella reaccione... no quiero que muera... pero no... yo... —estoy tan nervioso que esas palabras en mi mente fueron claras.

—Un hospital, claro —asiente el chico y me abre la puerta trasera del auto.

Entro y la abrazo lo más fuerte que puedo para darle calor aunque mi ropa esté mojada.

—Te voy a salvar pase lo que pase hermosa —digo mientras le controlo el pulso —te lo juro.

Naruto entra rápido al auto y lo pone en marcha. Estoy impaciente y si por mi fuera, esta cosa volara.

—Te estuve llamando desde que te fuiste —habla mientras conduce y esquiva los autos —no me digas que aún no compras el puto celular.

—Sabes muy bien que no lo hice y te lo dije ayer imbécil —digo —pero de todas maneras reaccioné hasta después, mi mente se nubló y me dio miedo.

—Carajo, por suerte te seguí. Cuando vi a tu primo entrar al lugar con la cara de psicópata supe que algo andaba mal —musita.

Sakura está perdiendo el rosa de sus mejillas. Mierda.

—¿Te podrías dar mas prisa?.

—No puedo, nos van a dar una infracción y acabo de obtener mi licencia —murmura.

—Por una puta vez, ayúdame por favor. Ve más de prisa, la licencia y la multa tienen solución pero ella no, si le llega a pasar algo yo...

—De acuerdo. Cálmate, estamos a 10 minutos del hospital privado —dice y acelera aún más.

No dejo de abrazarla, su temperatura va bajando y el miedo me abarca.

Naruto entra al estacionamiento del hospital y bajo enseguida, entro con ella en mis brazos y las enfermeras se acercan.

—¡Por favor, necesito que la atiendan ya! —exclamo.

—Tienes que esperar a que...

—O la atienden ahora mismo, o hablo con el director del hospital para que los despidan por incompetentes y no estoy de humor para soportar mierdas. Pagaré lo que sea por ella, pero no la dejen morir.

El doctor llega de inmediato con una camilla, la recuestan y le toman el pulso.

La llevan hasta el área de emergencia, en una habitación aparte, muy espaciosa y me preocupa el lujo porque esto no saldrá barato.

Pero no me importa, tengo el dinero para eso y gastar en su bienestar es lo de menos.

—Tuvo un ataque nervioso, otro momento más y habría muerto chico. —prosigue —los paros cardiacos suelen presentarse por estos también.