Fingiendo Odio [SasuSaku] +18 #2✔

capítulo 24

Sakura

Tres semanas han pasado desde el incidente.

No lo he vuelto a ver, y mi desesperación aumenta con el tiempo. Y aun me pregunto ¿por qué se fue? ¿por qué me ha dejado a la deriva?.

Veo el ventanal y me cruzo de brazos mientras aprieto mis labios.

—¿Que piensas?.

—En él —afirmo —en todo lo que pudimos ser y no somos y quizá nunca podremos haberlo sido.

—¿Te sigue doliendo?.

Joder, me sigue torturando.

—Todos los días —digo sin mirar atrás.

La escucho suspirar y cierro los ojos.

Esto no está funcionando.

—No avanzo ¿verdad? Es imposible.

—No lo es, linda. Pero tienes que poner de tu parte, dime ¿aún despiertas llorando?.—indaga.

—No, llevo tres días sin hacerlo —miento —¿eso es algo?.

—Si —me giro para verla —es un avance.

Sonrío con lejanía y me siento de nuevo en el sofá frente a ella. Juego con mis dedos en mi regazo y bajo la mirada.

—¿Podré superarlo? ——pregunto

—Si pones de tu parte y sigues viniendo, puede que si. —dice —quiero ayudarte a que pienses en él de una manera entrañable, que pienses que fue sólo una etapa bonita y que con el tiempo puedas volver a ser la misma de antes.

—Dudo que eso pase pero lo intentaré. —asiento y sonrío de medio lado.

—Creo que es todo por hoy —avisa y se pone de pie. La imito. —ten un buen año nuevo, Sakura.

—Hmn —musito asintiendo.

Me despido de mi psicóloga y salgo rumbo al ascensor, camino por el pasillo y llego, toco el botón y las puertas se abren, entro y lo vuelvo a presionar por dentro.

Bajo la mirada y resoplo, no puedo ni cerrar los ojos porque los recuerdos se me plasman y tan sólo recordar sus palabras se me estruja el corazón.

Flash Back

—¿Como que podías escuchar todo? —pregunta.

—Si... es inexplicable, yo... yo podía escuchar todo pero no podía despertar. —explico.

—Creo que se debe a que su sistema estaba bien, pero quizá el tratamiento la dejó en estado de reposo. —comenta en doctor —pero ya estás bien, te hicimos todos los exámenes y no tienes nada, ni rastros de algún posible paro cardíaco. Sólo fue un ataque de nervios que casi te deja en coma, no te alteres ¿si?.

Bajo la mirada y suspiro, junto mis manos en mi regazo.

—¿Cuándo se podrá ir? —pregunta la esposa de papá.

—Dentro de unas horas, sólo falta el período de observación.

El doctor se va y decido recostarme, cierro los ojos apretandolos para evitar llorar. Me duele que no esté aquí, pero al menos sé que hizo todo lo que estaba en sus manos para no dejarme morir.