Agua estelar

Despertar

Todo había sido muy confuso para la pobre Juvia.

Había sentido que había estado en un largo sueño por mucho tiempo, no sabía que había sucedido hasta que los liberaron de lo que parecía una lacrima magica para después volver al gremio, en la misma posición que antes.

¿Todo aquello habría sido solo un mal sueño?

Si. Definitivamente eso debía ser.

- ¡AAAAAAH! A juvia le duele la cabeza - se quejó la peli azul colocando sus manos en su cabeza mientras daba patadas al aire. Por suerte estaba sentada sola en la mesa así que no pudo hacer daño a nadie.

- Te ves alterada Juvia - comentó Kinana una joven camarera de pelo morado acercandose a la peli azul.

- Es que Juvia está cansada - Juvia se dejó caer sobre la mesa chocando su rostro contra la madera de la mesa. Un aura oscura la rodeaba, además de fondo comenzaba a escucharse la Juvia demostrando que de verdad estaba apenada la joven maga de agua - Es de noche, y ni Lucy-sama ni Wendy están aquí

- ¡No permites que inunde el gremio entero con sus lagrimas! - Advirtió con un grito Macao

- ¡Otra vez!

- Ouh, vamos Juvia, seguro que se fueron a casa por que estaban cansadas - dijo Kinana colocando su mano sobre la espalda de Juvia tratando de servir de apollo. pero en ese momento ella se dio cuenta de que de fondo Bisca y Alzack se encontraban haciendo señales negando.

- ¿¡Quieres decir que a Juvia no la esperaron!? ¡Que crueles son! - Lloriqueó la maga de agua.

- Hay no- Se lamento Kinana.

- ¡AAAAAAH! - Gritó de la nada la peli azul saltando sobre encima de la mesa así llamando la atención de todos los presentes - ¡Juvia está harta! ¡Juvia le dirá las cosas claras a Lucy-sama de una vez! - gritó ella alzando su puño al aire mientras una mirada de determinación se instalaba en sus ojos azules.  

Su corazón latiendo a mil, sus mejillas levemente sonrojadas y una clara mirada fijada en su objetivo. Era una pose un tanto heroica que llamaba la atención de todos los presentes los cuales tenían una gota de sudor cayendo por su cien. No sabía que hacer, así que simplemente miraron a la persona más adulta y responsable en ese lugar en ese momento.

Macao

- ¿Aplaudimos? - Preguntó un poco incomo el padre de Macao con una gota de sudor cayendo por su cien. Todos lo miraban era incomodo.

Momentos después todos comenzaron a aplaudir para animar a la peli azul a cumplir sus sueño o para evitar que inundara el gremio, cualquiera de las dos situaciones

En ese momento Juvia corrió, afuera seguía lloviendo, en parte por su culpa ya que sus sentimientos de tristeza aún se mantenía levemente, además de que por alguna razón ahora en su corazón se instalaba la preocupación de poder ser rechazada por la rubia, ni siquiera sabia si a Lucy le gustaban las chicas. Pero si no lo intentaba no lo conseguiría.

Corrió escuchando el sonido de sus botas contra en suelo o los charcos chapoteando y sintiendo las gotas de agua contra su piel, no le molestaba ella estaba acostumbrada a la lluvia y no cogería un resfriado por ello, esto ya que ella misma se había acostumbrado a esto. Sonrió mientras fruncía su ceño, tenía que estar segura, tenía que ser clara y precisa.

Le quedaba poco para llegar así que comenzó a buscar en sus bolsillo la llave del apartamento. Lo encontró y rapidamente abrió la puerta de su hogar entrando a todo correr. Miró a su al rededor y ....