Lucy vs Juvia

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O valla, yo quería a la peli azul — se quejó el roquero haciendo una mueca extraña con su boca. Su rostro reflejaba decepción bajando levemente sus hombros.

Por otro lado lado la peli azul seguía tirada en el suelo mirando atónita, con sus ojos abiertos cómo platos por la sorpresa. Su respiración se volvió irregular y parecía nerviosa.

Una gota de sudor caía por su rostro al mismo tiempo que pequeñas lagrimas comenzaban sobre salir de sus ojos de color azul marino los cuales estaban opacos y sin brillo.

Juvia no quería herir a la persona de la cual estaba enamorada, era algo impensable, ella nunca sería capaz de levantar ni un solo dedo en contra de la rubia.

No, Juvia no puede — negó la maga de agua dando un paso hacia atrás. Ella comenzó a negar numérosasmente al mismo tiempo que pequeñas lagrimas salían de sus ojos de color marino.

Al peli negro le sorprendió las palabras de Juvia la cual estaba semi tumbada en el suelo con su antebrazo sobre el suelo. Al mismo tiempo que colocaba su otra mano sobre su boca. Las lagrimas salían a borbotones de sus ojos creando un charco debajo de ella.

¡Vamos a roquear súcubo! — gritó el peli negro girando su cabeza de manera desenfrenada haciendo que su cabello comenzara a girar al rededor suyo.

Inmediatamente él comenzó a tocar aquella música tan fuerte y estridente típico en los metaleros extremos. Él sacó su lengua e hizo algunos moviendo bastante extraños que daban escalofríos.

¡Ponlo a todo volumen! — afirmó la rubia entre cerrando uno de sus ojos al mismo tiempo que el otro la abrí de par en par. Ella sacó su lengua de su boca al mismo tiempo que alzaba sus manos con sus dedos pulgar, meñique e índice levantados y los otros dos abajo.

Encárgate de tu compañera y ¡Convirtamosla en otro súcubo! — gritó el comenzando a tocar de manera acelerada su guitarra echando su cabeza hacia atrás.

Cómo tu lo digas. Escuchame bien azulita, te convertiré en mi súcubo — advirtió la rubia apuntando con su dedo a su ahora adversaria al mismo tiempo que una sonrisa macabra y divertida se formaba.

¿Tu súcubo? — Obviamente ella mal interpretó las palabras de la rubia y comenzó a adentrarse en su mundo fantástico colocando sus dos manos sobre sus mejillas.

Lucy sonrió y cogió una llave de entre sus pechos y rápidamente la movió hacia delante creando una pequeña aura dorada un poco apagada.

Un portal de color dorado apareció delante de la rubia y de el salió el espíritu de el toro dorado con la parte blanca de sus ojos de color rojo apagado. Además de que su expresión no mostraba la más mínima señal de emociones en su rostro.

El toro cargó contra la maga de agua al mismo tiempo que sacaba su gran hacha de su espalda para después ir a atacar a la peli azul.

El toro cargó contra la maga de agua al mismo tiempo que sacaba su gran hacha de su espalda para después ir a atacar a la peli azul

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