Agua estelar

Mirajane

— ¿Qué te pasa Juvia? — preguntó la albina de cabello ondulado la cual se encontraba tras la barra del gremio escribiendo algo en una libreta pequeña — Ya es muy tarde, deberías volver a casa, Lucy debe de estar muy preocupada por ti — afirmó la Strauss con una sonrisa tierna guardando la libreta y el lápiz dentro de la barra. Se apoyó sobre sus antebrazos los cuales estaban sobre la barra y le regaló una sonrisa de confianza a la peli azul — ¿Qué pasa? Cuéntamelo, yo puedo ayudarte — dijo la albina de ojos celestes entre cerrando sus ojos al mismo tiempo que ladeaba levemente su cabeza.

La peli azul estaba sentada sobre el banquillo que había delante de la barra con la parte de en frente de su cuerpo apoyado sobre la marea del mueble. Su cabello cubría su rostro y un aura melancólica la rodeaba.

— Juvia no sabe cómo impresionar a Lucy-sama — se quejó Juvia ladeando su cabeza de manera que ahora si que se podía ver la mitad del rostro de la peli azul. La Loxar tenía una expresión de medio tristeza y aburrimiento en su rostro.

Por otro lado la Strauss miró un poco sorprendida a la oji azul parpadeando un par de veces. En ese momento la albina comprendió que la maga de agua sentía amor romántico y no amor de amigas, y eso hizo que la albina suspirara.

Mirajane sabía que sería difícil averiguar si la rubia sentía lo mismo por Juvia, al fin y al cabo ella solo había mostrado atracción hacia el sexo femenino, sería difícil averiguarlo. Además Juvia no podía ir y decirle: "¡Hey Lucy-sama a Juvia le gustaría saber si a usted le gustan las mujeres ya que Juvia está enamorada de usted!" No, eso no era buena idea si Juvia no quería que Lucy la mirara cómo una loca.

Lo mejor era que una tercera persona intentara descubrir aquello, y ¿Quién mejor que Mirajane para ser esa tercera persona? Además sabía quién sería su aliada perfecta.

— Juvia, tu estás enamorrrada — afirmó la albina colocando su mano delante de su boca entre cerrando sus ojos así regalandole una mirada pervertida a la peli azul.

Juvia se sentó rápidamente en el lugar y con corazones en los ojos y sus manos juntas comenzó a moverse de izquierda a derecha con corazones saliendo a su alrededor.

— Juvia ama demasiado a Lucy-sama, pero Juvia no sabe cómo sorprenderle — se lamentó la maga de agua encogiéndose de hombros al mismo tiempo que arqueaba su espalda hacia delante. Un aura depresiva la rodeó.

— ¿Y por qué no haces un cambio de look? Ya sabes, nuevo gremio, nueva vida y nuevo estilo — afirmó Mirajane tocando con su dedo índice la punta de la nariz lo cual descolocó a la maga de agua.

— ¿Estáis hablando de alcohol? — preguntó de la nada la alberona caminando de manera que casi se tropieza con sus propios pies a causa de su borrachera.

— No, hablamos de algo aún más interesante — afirmó Mirajane con una expresión perversa al mismo tiempo que un aura cálida la rodeaba.

— Juvia siente que Mira-san quiere algo malo — se lamentó la maga de agua con una voz de pena al mismo tiempo que entre cerraba sus ojos.

— Cuando Mira pone esa cara lo mejor es huir — afirmó Cana bebiendo una botella entera al mismo tiempo que lentamente se iba del lugar cómo si la cosa no fuera con ella.

— Será descortés — se quejó Mirajane apoyando sus nudillos sobre sus caderas al mismo tiempo que fruncía notablemente su ceñi haciendo una mueca extraña con su boca — por cierto Juvia, toma esto, si ganas podrías ayudar a Lucy y a ti con vuestra renta — afirmó la albina girando para ver a una serie de papeles las cuales estaban colgadas de la pared, forrandola totalmente — Mañana es el festival de Fairy tail y también habrá un concurso llamado Miss Fairytail — explicó la albina apuntando a la sección en el cartel en la cual se explicaba lo de la competencia y los demás juegos que abría en el festival.