Todos conocemos la historia en cual Juvia se enamora de su amado Gray-sama, pero ...
¿Qué pasaría si las cosas no fueran así?
¿Qué pasaría si en lugar de enamorarse de Gray la maga de agua se enamorada de otra persona?
¿Qué pasaría sí Juvia se enam...
Quizás Juvia deba dárselo pensó la chica de cabellera azul metiendo una de sus manos en el interior de uno de sus bolsillos palpando un estuche se cuero con algo metálico. Este era el estuche de las llaves y las llaves de Lucy. La chica de ojos azules no entendía muy bien por que recogió esa cosa del suelo, solo lo hizo
- Lucy-sama Juvia - antes de que la maga de agua pudiera seguir hablando se escuchó la puerta de madera abrirse.
Ambas mujeres giraron a ver hacia aquél lugar encontrándose con un hombre de rasgos toscos y para nada atractivos. En su ropa predominaban los colores morados y en algunas partes de su ropaje.
El era el maestro de Phantom Lord José. El hombre que ordenó secuestrar a la rubia la cual inmediatamente trató ponerse en pose de defensa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Juvia se percató de que su maestro estaba allí la lluvia volvió a caer. Las nubes grises invadieron el cielo azul tapando aquellas bonitas vistas. La Loxar abrió su boca levemente mientras que su ojos estaban abiertos cómo platos.
- Maestro José - lo llamó perpleja Juvia. Ella retiró su mano del interior de su bolsillo tratando de ocultar las llaves celestiales que ella guardaba. No quería que su maestro se las arrebatara.
- O valla Juvia, no esperaba verte aquí, es raro por que hace un segundo no llovía - comentó de manera divertida sonriendo de una manera socarrona que sinceramente daba un poco de asco a causa de su feo rostro - bueno, eso da igual - afirmó el alzando sus hombros con desinterés mientras hacía una especie de mueca de diversión - ahora vuelve al gremio, necesitamos a todos los element 4 para el siguiente paso - explicó.
Juvia tan sólo asintió con la mirada baja. Juvia no podía desobedecer a su maestro, o eso pensaba ella, aunque la duda le recorría el cuerpo. Salió por la puerta y la peli azul comenzó a bajar por las escaleras de roca. Juvia solía mirar habeces por las pequeñas ventanas que estaban en las paredes.
La peli azul sentía un gran dolor en la parte izquierda de su pecho achinando sus ojos. Las lágrimas amenzaban con salir de sus ojos, le dolía, le dolía demasiado el hecho de dejar sola a su Lucy-sama. Para mi tu eres la persona que atrae la lluvia de la vida esas palabras resonaban en la cabeza.
- pero ¿Que está haciendo Juvia? - se preguntó a si misma. Su mirada se vojlvió seria, fruncio su ceño y la comisura de sus labios cayeron hacia abajo.
Giró sobre sus talones y comenzó a correr escaleras arriba lo mas rápido que podía, no iba a dejar sola a su sol. Apretó sus puños con fuerza y cuando llego a lo mas alto de la torre se percató.
Lucy estaba al borde de aquél gran arco que daba a una caida de la cual seguramente no sobreviviría. Juvia respiraba de manera agitada ya que había subido corriendo - Me has dado un buen golpe - declaró el sujetando su parte íntima ya que la rubia le había golpeado hace poco.