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Ten

Poner distancia entre él y Taeyong era una tarea que Ten nunca pensó que sería difícil, y aún así ahí estaba, extrañando al alfa que estaba viviendo debajo del mismo techo que él, un alfa que quería hablar con él y escucharlo, un alfa que lucía dolido cada que Ten salía con una excusa tonta para evitarlo.

Sin embargo, si Ten quería tener cualquier tipo de amistad futura con Taeyong, primero tenía que controlar sus sentimientos. En teoría, era una tarea fácil. Por supuesto, todo indicaba que su encaprichamiento con el alfa era un poco más fuerte de lo que había pensado —simplemente basando su teoría en los latidos de su corazón, sus piernas temblorosas, la sensación en su estómago y pelvis... su lubricante...— pero, de igual manera acababa de conocer al alfa y Ten estaba seguro de que fácilmente podría aprender a dejar de sentir todo eso antes de la boda.

Lo único en lo que Ten no había pensado era en Taeyong siendo... bueno, Taeyong. Ver al alfa genuinamente dolido por las paredes imaginarias que había impuesto entre ellos, verlo intentar ser amable con él incluso después de eso, regalándole pequeñas flores y dulces. Ser todo lo que Ten quería en un compañero.

—Uh... ¿Tennie? —dijo Xiaojun con un tono incierto.

—Ahora no, Xiaojun, estoy pintando las uñas de Ten, necesito practicar, sino, las mías lucirán horribles el día de la boda.

—Hey, ¿Y qué pasa con las mías? —dijo Ten con el ceño fruncido.

—Tus uñas son tan bonitas, que no importa lo mal que esté el esmalte, todos las amarán. —Doyoung sonrió antes de besar la uña del dedo índice de Ten.

Ten rio mientras Xiaojun ponía los ojos en blanco.

—Tennie, Ryujin trajo algo para ti.

—¿Lo hizo? —Ten se iluminó.— ¿Qué es? ¡Déjala entrar!

—No, ella... —Xiaojun rascó su cuello.— Está haciendo algo en la mesa del recibidor.

—¿Oh? —Ten ladeó su cabeza.

—Cielo santo. —Xiaojun puso los ojos en blanco.— Solo ve al recibidor, por favor.

Doyoung y Ten se miraron antes de salir de la habitación. Lo que encontraron del otro lado, hizo que la respiración de Ten se detuviera y que su corazón pegara un brinco.

—¿Qué es eso? —susurró Doyoung.

—Buenas tardes, su alteza. —dijo Ryujin alegremente mientras hacia una reverencia para Ten.— Este es un tazón de frutas con helado de vainilla, ¡El tazón es una sandía! —sus ojos bailaron entre Doyoung y Ten.— Oh... sí, antes de que se me olvide, —frunció el ceño.— sentimos mucho no poder conseguir helado de azahar, solo sabemos como hacer un sabor ¡Pero aprenderemos a hacerlo antes de la boda!

—Ryujin... ¿El señor Lee les pidió que hicieran esto?

—No solo eso su alteza, también ayudó a hacer el helado. Dijo que quería aprender, ¡Justo como usted el día de los panqueques!

—¿Dónde está...

—¿El helado? —preguntó Ryujin con entusiasmo, ni siquiera dejando que Ten terminara sus palabras.— Dentro de la sandía, ¡Las frutas están encima de él!

tastes like summer, smiles like may│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora