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Taeyong

Taeyong pasó su tarde comiendo y follando en una cabaña pequeña muy cerca de la casa donde vivían él y su madre. Una casa a la que no estaba listo para regresar, llena de recuerdos que no estaba listo para revivir de una vida que nunca será suya.

Se sentía libre por primera vez en años, casi feliz, pero todo se detuvo abruptamente cuando uno de los guardias del rey le disparó a Ruby, su caballo, causando que Taeyong se cayera de él, haciéndolo perder la consciencia.

—Realmente no sé qué hice para merecer a un hijo como tú.

—¿Por eso le disparaste a mi caballo? ¿Para que no tengas que lidiar con un heredero como yo?

—No seas idiota, nadie le disparó a tu caballo, simplemente dispararon un arma y tu caballo se asustó porque no está entrenada para la guerra. Ella está completamente bien, tú por otro lado, tuviste que recibir puntos en la cabeza y estuviste en cama por dos días enteros con fiebres altas.

—¿Estás así de molesto porque desperté?

La mandíbula del rey titubeó.

—Eres irresponsable y no te importa tu reino, acepté eso hace años. También acepté tu odio hacia mí, pero lo que no aceptaré es que arriesgues tu vida solo para molestarme. Ambos tenemos responsabilidades que cumplir y no tenemos otra opción, pero eso no significa que tengas que ser tan egoísta. Hay personas que se preocupan por ti, por el amor de dios.

Taeyong se rio con sorna y desvió sus ojos de los ojos del rey.

—La única persona a la que en realidad le importo estaba conmigo ese día y ambos estábamos bien hasta que uno de tu guardias decidió dispararme.

—¡Nadie te disparó! —espetó el rey.— Sí, pedí que te buscaran. Sí, pedí que te trajeran de regreso, pero eso no significa que les ordené lastimarte. Fue un accidente.

—¿Justo como el que tuviste con mi madre?

La cara del rey se endureció.

—No tienes idea de lo que pasó entre tu madre y yo. No tienes derecho–

—Claro que no tengo derecho, ¡No tengo ningún tipo de derecho! Me los arrebataste el día que decidiste que necesitabas un heredero.

—Las cosas son más complicadas que eso.

—No voy a discutir contigo, solo quiero saber qué pasó con Chanhee.

—Está trabajando en la cocina.

—Él odia cocinar...

—Bueno, ese es un castigo suficiente por haber sido imprudente e irresponsable.

—¿No lo echarás del castillo?

El rey resopló.

—No, Taeyong, nadie será echado por el incidente de esta semana. Nadie tuvo la culpa.

—Íbamos a huir y nunca regresar. —mintió Taeyong.

El rey lo miro con una expresión aburrida.

—Tú y yo sabemos que eso no es cierto. Cuando estés listo, el príncipe se muere por conocerte finalmente.

Algo amargo creció dentro del pecho de Taeyong con la mención de ese mocoso.

—Debes saber que nunca consumaré el matrimonio. No nos enlazaremos.

—Eso será decisión tuya completamente, al igual de quién pasará la noche en tus habitaciones. Solo no vayas a estarlo divulgando.

—Bien, al menos tenemos una cosa en claro.

tastes like summer, smiles like may│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora