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Ten

Era su último día de reclutamiento, Ten se sentía exhausto, pero mayormente, se sentía esperanzado. Tuvieron que convencer y usar las palabras de Jungwoo, pero casi todos aceptaron ir al castillo con ellos. Aún no confiaban en Ten y no había tiempo suficiente para que lo hicieran, pero ese era el menor de sus problemas.

Necesitaba hablar con Taeyong, decirle qué estaba pasando en su futuro reino, asegurarle que siempre contaría con la ayuda y los recursos de Ten, incluso después de los seis meses, siempre tendría el apoyo y el amor del omega.

—Tengo frío y te extraño. —Ten escuchó a alguien susurrar desde adentro de su tienda improvisada mientras dolor y celos crecían ávidamente dentro de su pecho.

—Chanhee. No...

—Te daré cualquier cosa que quieras, puedes anudarme, embarazarme. Quieres eso, ¿Verdad?

—Chan–

—Podemos hacerlo ahora, nadie nos juzgaría, podríamos tener una familia, una real.

La realidad de las palabras de Chanhee hicieron que los huesos de Ten dolieran con angustia. Podrían tener una familia real, Taeyong llamaría a Chanhee 'gatito' o 'bebé' y luego tendrían hermosos hijos. Estarían tan felices y enamorados; y Ten... Ten tendría que conformarse con ver al amor de su vida ser feliz desde lejos... solo. Porque estaba irrevocable y patéticamente enamorado y nadie nunca podría compararse con Taeyong.

Mientras tragaba el nudo en su garganta y limpiaba sus lágrimas, no podía dejar de preguntarse en por qué él no podía ser suficiente para Taeyong. Por primera vez en toda su vida, estaba muriendo por ser suficiente.

—Dije que no. —gruñó Taeyong, haciendo a Ten salir de sus pensamientos.— No me hagas echarte de mi tienda.

—Sé que no estás seguro sobre nosotros por mi designación, pero Taeyong, soy–

—Bueno, tiene que haber alguna ocasión en la que no encuentre a mi esposo y a ti en medio de un... enredo. —Ten interrumpió a Chanhee a propósito, intentando sonar lo más distante posible.

Sabía que solo estaba retrasando lo inevitable pero solo quería la atención de Taeyong enfocada en él por lo menos el tiempo que les quedaba juntos.

—Ten, cariño, esto no es–

—Ahórratelo, ¿Puedes por favor regresar a tu tienda? —le pregunto a Chanhee con voz cansada.

Chanhee le sonrió discretamente antes de irse. Probablemente teniendo en cuenta lo que Ten ya sabía, no importaba cuántas veces el omega los interrumpiera, Ten tenía sus semanas contadas. Sentía como si le hubieran clavado púas de metal en su corazón. Ten nunca había querido golpear a alguien tanto como quería golpear a ese hombre en ese momento.

—Déjame explicarte... —suplicó Taeyong, por Dios sabrá qué razón.— Yo–

—¿Te gustaría embarazarme también? —Ten preguntó interrumpiendo a Taeyong, con su corazón acelerándose rápidamente.

El semblante de Taeyong cambió completamente.

—Ten... —le gruñó, justo como lo hizo con Chanhee antes, pero la advertencia era diferente. Sonaba como un depredador listo para comer a su presa.

tastes like summer, smiles like may│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora