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La luz del sol dio inicio a un nuevo día, Yibo pudo presenciar la belleza del amanecer de su pueblo y deseó que Zhan estuviera a su lado para verlo juntos, para enseñarle a amar a su tierra como él lo hace, para que jamás vuelva a decir que no le importa si su pueblo cae.

Yibo vistió su cuerpo con uno de sus clásicos trajes, los pantalones de tela gruesa, su camisa de botones blanca, el fajín azul o negro en su cintura y su saco largo que parece más un abrigo de cuero que un saco, esta vez viste un saco color café claro que resalta sus ojos profundos, nunca le importó mucho su vestimenta hasta que conoció al omega más hermoso que jamás podría, Zhan.

Salió de la habitación y quiso pasar por la de Zhan, pero decidió que no quería pelear tan temprano, bajó a la cocina y saludó a todos, dio una visita rápida a las afueras de su casa y supervisar que el pueblo está bien, regresó a su hogar y llamó a Li a su despacho.

—Me llamaste —dijo Li como saludo cuando entró al despacho sin tocar.

—Sí —dejó los papeles que estaba mirando y elevó sus ojos a Li, el omega lucía el luto con una vestimenta color negro completamente a excepción del lazo color blanco en su cuello. —Quiero que sigas manejando la casa y las demás cosas, a los sirvientes, el aseo, las provisiones para el orfanato y lo que hace falta para abrir el hospital, también quiero pedirte ayuda con los preparativos de la escuela y las viviendas para los más pobres, yo...

—Tranquilo, yo me encargo de todo, sabes que siempre cuentas conmigo —aseguró el rubio, Yibo le sonrió sincero, apreciaba tener a Li a su lado, si no fuera por él, Yibo no podría gobernar bien a su pueblo.

—El administrador que le pedí a Yubin llegará este mes, debes estar pendiente para atenderlo, también el doctor que se encargará de la dirección del hospital llega este mes, y gracias por todo Li.

El rubio sonrió halagado —Tu omega, ¿No quiere hacerse cargo de la casa?

—No quiere saber nada sobre sus obligaciones como mi esposo —aceptó con tristeza —sé que me lo dijiste Li, pero por favor evita los problemas con él y no quiero escuchar quejas, mucho menos de ti.

—No te preocupes, no me interesa en absoluto —Li tomó la mano de Yibo sobre la mesa —pero si me necesitas no solo como tu apoyo para el pueblo, sabes que me tienes a tu servicio.

Yibo entendió perfecto la indirecta en esa frase, pero prefirió ignorar.

—Lo tendré en cuenta.

—Por supuesto que lo tendrás en cuenta, por que me iré pronto —soltó Zhan como reclamo. Yibo apartó la mano de la de Li lo más rápido que pudo. —Me llamas a mi hipócrita y tú tienes a este —siguió celoso.

—Li retírate por favor —pidió con calma el alfa, el omega rubio asintió y se fue no sin antes darle a Zhan una mirada de superioridad —¿Qué quisiste decir con que te irás pronto?

Zhan se movió por el despacho con nerviosismo —Yo... aceptó, aceptó darte un cachorro a cambio de mi libertad.

El semblante de Yibo fue severo, ya no tenía la misma imagen de Zhan, pero tampoco lo creía tan miserable.

—Cada vez me decepcionas más, eres igual de cruel que tu madre —Yibo se acercó rápido, sin importar el miedo en el omega —¿De verdad estás dispuesto a dejar a tu hijo e irte con tu amante?¿Dejarás que crezca conmigo, sin la instrucción y cariño de su madre?

Zhan ni siquiera lo había pensado de esa forma, solo creía que sería mejor así.

—No yo-

—Veté, lárgate porque si te sigo viendo voy a destruirte el hermoso rostro que tienes.

El Mejor Error. ♡ YiZhan ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora