El Mejor Error. ♡ YiZhan ¹

•26•

Fuego por todos lados, cuatro horas tratando de controlar tan solo un poco las furiosas llamas, pero todo era inútil, lo único que habían logrado fue que el fuego no se extendiera a los demás cultivos.

El grupo de alfas que entró al fuego ya habían rescatado a muchas personas dentro, las carretas de carga eran el vehículo rápido para trasladar a los heridos a la casa grande donde Zhan y Li dirigían a los demás para atender a todos a la brevedad.

Haikuan no podía con la preocupación, tenía miedo de que algo pudiera pasarle a Zhuocheng por lo que lo obligó a ser uno de los que maneje las carretas que trasladan heridos, pero su preocupación era por Yibo quien apenas y salía escasos minutos del fuego para volver a dirigir al grupo que entraba con él, el alfa líder apenas y podía mantenerse en pie, el humo y el calor del infierno lo dejaban agotado, a eso le sumaba el cambio de temperatura al bañarse de agua para volver dentro.

La noche fue larga para los habitantes de Chongqing, el pueblo estaba alerta, el padre Ziteng ya estaba delegando los ciudadanos para trasladar a los heridos de gravedad al hospital, Jackson había dicho que sería mejor que él se quedará en el hospital ocupándose de los casos más graves, así que envió a su esposo Mark para ser quien dirigiera los primeros auxilios en la casa grande.

La noticia de un ataque rebelde fue corrida por los terratenientes unidos al primer ministro, los ignorantes que desconocen las acciones rebeldes se creerían con facilidad esa mentira, pero el verdadero plan era matar a los líderes del Norte para que el ministro Feng solicitará al Rey elegir a los nuevos líderes. El atentado a Yizhou había fallado, fueron ingenuos y subestimaron al alfa Huang, pero no cometerían el mismo error con Yibo.

Una de las características del líder de Chongqing es que su pueblo lo es todo para él, por ello la distracción perfecta para acabar con el líder era atacar al pueblo.

Así fue como las infernales llamas llegaron a los límites de las tierras del alfa de Chongqing.

Casi de madrugada cuando el fuego comenzaba a extinguirse, Haikuan entró a lo que quedaba de las llamas, el último grupo de alfas y betas que entraron para salvar campesinos había vuelto sin Yibo y sin otros tres alfas, es posible que se desmayaran por el cansancio.

Pero la realidad es que Yibo estaba siendo secuestrado por los encargados de desatar el caos en Chongqing, con el líder débil y cansado de tanto esfuerzo estaba siendo fácil llevárselo. Mala suerte para los subordinados del ministro Feng, Haikuan los encontró.

—¿Quiénes son y qué hacen aquí? —habló el alfa alto mientras elevaba su revolver con dirección de los dos alfas enviados a buscar al líder.

—Eso no te importa, pero… dime tu nombre, me asegurare de decirle al ministro Feng que te envié un presente de agradecimiento si no dices nada —burló el alfa que sostenía a Yibo en su hombro, el alfa líder está medio inconsciente.

Haikuan no desistió, el calor del fuego que aún no se apaga hace su sangre hervir al triple.

El exmilitar no cedió ni un poco, nunca bajó su arma, los alfas pensaron bien como atacar para cumplir su cometido.

Pero cuando trataron de hacer su movimiento, Haikuan disparó, la explosión de pólvora entre las llamas formó una ráfaga de fuego que distrajo a Haikuan, el alfa al que le disparó a la pierna cayó chillando de dolor mientras que el otro corrió con Yibo aprovechando la distracción de Haikuan.

El exmilitar se apresuró a seguirlo, la persecución llegó a los árboles de cedro, árboles altos que podrían permitir un escondite fácil. Haikuan fue cuidadoso y sigiloso al moverse, Yibo de pronto despertó.