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—¿Qué pasa? —pregunta el omega sobre Yibo llevando sus manos a la exquisita dureza de su polla, se acomoda listo para recibirle dentro y con delicadeza de desliza hacia abajo.

El gemido del omega le hizo sonreír.

—Te ves hermoso así —halagó el alfa, Zhan sonrió impulsandose con sus piernas para moverse iniciando un ritmo pacífico, no quiere incomodar al pequeño en su abultado vientre de cinco meses.

—Soy como una sandía y tú dices que me veo hermoso —Zhan llevó sus labios a los del alfa para evitar que siguiera con sus discursos llenos de miles de halagos empalagosos, por alguna razón Yibo creía que ser empalagoso con Zhan era la mejor forma de hacerle saber que lo adora.

Si le preguntan a Zhan, él diría que le gusta más que Yibo sea atento y amoroso, no tanto con palabras, las acciones son lo mejor, en especial la práctica actual, donde Zhan necesita que su alfa le haga el amor.

Yibo aceptó el beso deleitándose de probar los dulce labios, sentir el placer de sus lenguas encontrándose y palpar la belleza de las grandes curvas de su omega.

Debía decir que estaba algo molesto con su hijo por no dejar que empotre a su madre contra la cama como tanto le gusta, ahora la delicadez y el cuidado es esencial o su cachorro podría armar un berrinche que no deje a su madre dormir y los ponga a los dos en vela.

Por ello Yibo opta por dejar que Zhan le monte a su ritmo, cuando su precioso omega se cansa es momento de acomodarle sobre la cama y con toda la delicadeza que la Luna le permite y empujar su polla hasta dentro de la madre de su hijo.

Desde que descubrieron el embarazo pasaron por muchas situaciones.

Jackson le advirtió sobre la necesidad de los omegas varones sobre sentir al alfa cerca, pero Zhan expresaba esa necesidad algo diferente, él pedía tenerlo dentro y teniendo en cuenta que el celo se suspende por el embarazo, ese es el reemplazo perfecto.

Es como si su hijo quisiera que el alfa pusiera un hermanito a su lado, al menos esa era la broma más clásica que Yibo hacía con respecto a la actitud de Zhan.

El omega había pasado la etapa emocional, lloraba por todo, en una ocasión lloraba porque recordó la vez que Li hizo que se pelearan por la comida que casi se desperdicia.

Como resultado, Li se disculpó varias veces mientras mimaba a Zhan, era una escena adorable porque Zhan se refugiaba a menudo en Li y al omega rubio le encantaba mimarlo, algo extraño tomando en cuenta que se juraron guerra una vez.

También estaba la etapa de los antojos, el omega se ponía incontrolable cuando tenía antojo de algo en especial, lo más extremo una barra de chocolate con leche, si de por sí el chocolate en barra ya era algo exótico en el norte, solo los ricos se deban esos lujos, por suerte el líder lo es y pudo conseguir el antojo de su amado esposo.

La recompensa por esa barra de chocolate fue lo mejor, al parecer el chocolate le dio la energía al omega para una amplia sesión de sexo.

En conclusión, Yibo está demasiado feliz disfrutando del embarazo de su omega.

El peligro de la guerra era cada vez más intenso, al parecer Shanghai había caído de nuevo, el líder ChuYue está sorpresivamente del lado del ministro Feng y no permite entrada de rebeldes por ningún lado. Yibo reforzó la seguridad en su hogar y dispuso un vehículo exclusivo para los alumnos de Zhan, para que estos tomen sus clases en la casa grande, así Zhan no tiene que viajar al pueblo todos los días, cuenta con Li y las demás omegas y betas para lo que sea que necesite y aunque ya no sale de la casa, Lay sigue siendo su guardián.

Yubin y Yibo se encargan de que nada sospechoso ocurra en el pueblo y sus reuniones con sus delegados con más frecuentes.

La guerra está demasiado cerca, cualquiera puede afirmarlo y el modo protección del alfa se mantiene alerta.

El Mejor Error. ♡ YiZhan ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora