El Mejor Error. ♡ YiZhan ¹

•08•

Yibo sabía que no todas las personas del territorio lo aceptarían sin problema, pero fue demasiado confiado.

El padre de Li fue asesinado la noche antes de su viaje de regreso a la capital, al parecer querían arruinar sus planes.

Ji Li estaba devastado, el pobre omega se encuentra en depresión, rodeado de las prendas con el olor de su padre en una especie de nido fraternal al cual no dejaba que nadie se acercará, Yubin había intentado llevarle comida, pero el omega comenzaba a gruñir con los ojos amenazantes a todo el que entraba a su habitación, Li vivía con su padre en la casa del segundo al mando, una casa especial, designada a quien sería el líder provisional si un día el líder oficial faltaba.

La pérdida del alfa era un golpe bajo, no solo al pueblo que estaba muy agradecido con el hombre por ser quien se oponía ante Han cuando esté se pasaba con sus reglas, la pérdida también era para Yibo, el hombre lo había tratado como a su hijo, además de que se encargaba de muchos de los asuntos de la casa grande, Yibo ahora necesitaba no solo a una, sino dos personas de confianza, él no sería como su padre que no le importaba que su pueblo sufriera, no, Yibo sería mucho mejor que su padre, él haría crecer a Chongqing.

—Li —susurró con la voz más amable que pudo emitir —Li necesito que vengas al funeral, debes despedirte de tu padre.

El omega se removió con un gruñido.

Entonces Yibo entendió que no era Li si no su omega quien gobernaba el cuerpo del joven, Li hacía eso a modo de defensa, su omega no tenía miedo de gruñirle a cualquiera, era un omega valiente, en cambio la parte humana de Li era altanera, pero jamás se atrevería a gruñirle a un alfa.

—Omega… —dijo Yibo dando algunos pasos más cerca —omega, necesito a Li de vuelta, por favor, devuélveme a Li.

El omega olfateó el aroma de dulce frescura que Yibo soltaba y asintió seguro de que estaba bien si era Yibo.

Li regresó respirando profundo la última prenda que su padre había usado.

—Li, ven por favor.

El menor miró a Yibo, este extendió sus brazos y el menor salto hacia él, se abrazaron por un largo momento, hasta que Li se sintió fuerte para ir al funeral.

Se dió un baño largo y lo siguiente fue mostrarse como el omega fuerte que siempre era con todos.

El funeral fue sombrío, el pueblo estaba triste.

—Quiero que te mudes a la casa grande —dijo Yibo a Li —tu padre fue muy importante para mí, lo menos que puedo hacer por él es cuidar que nada te falte. Yubin también vivirá en la casa grande. Tendré que solicitar la ayuda de un contador para que me ayude a ordenar los libros de mi padre así que le ofreceré alojamiento en la casa que era de Ji Yang.

Li no respondió, pero Yibo sabía que solo necesitaba tiempo.

A los dos días Yibo volvió a la capital dejando a un alfa provisional y a Li a cargo de todo, esos malditos que mataron a Ji Yang no arruinaran su felicidad.

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—¿A donde crees que vas imbécil? —reprendió Zhuocheng a Haiukuan —debemos mantener un perfil bajo, recuerda que somos forasteros, además los del cuartel podrían reconocerte solo con el olor.

Haikuan quería correr a la mansión Xiao para ver a su omega, quería explicarle todo y de una vez por todas hablar con el coronel, pero Zhuocheng tenía razón, no podían arriesgarse, debían ocultarse unos días algo lejos de la zona centro de la capital, solo mientras el asunto de la fuga pasaba.