Libro 1 Capítulo 34

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El sol de la tarde se adentraba por aquella rustica ventana en la habitación que Josette había, algunos meses atrás, mandado remodelar para Hope. La alcoba, previo a volver a ser utilizada a mediados de Febrero, estaba en muy buen estado por lo que Josette solo había tenido que amueblarla ya que su padre la había dejado de utilizar como cuarto de huéspedes porque no era muy grande y se ubicaba en el último piso; razón por la cual algunos nobles se habían quejado luego de varias copas arriba.

La pelirroja trazó una cuidada línea en el lienzo ya comenzado, el color marrón ajustándose a los bordes para realizar un claro efecto de distanciamiento. Se encontraba satisfecha con el trabajo que estaba realizando, parecía ir por buen camino y si seguía así este sería digno de admiración.

- A pesar de llevar más de una hora aquí, siento que no estoy aprendiendo nada -Josette se quejó desde su lugar sentada sobre una banca de madera.

Arrastro sus dedos por las puntas de su cabello castaño, suspirando con cansancio.

- Siento que si tu atención estuviera puesta en el lienzo, y no en mi trasero, ese sentimiento cambiaría muy bruscamente -

Hope le daba la espalda pero no necesitaba verla para saber que la chica se había sonrojado, su respiración dejándose de escuchar por unos cortos segundos en los que tuvo que contener su risa.

- Lo siento -La castaña se disculpó cuando Hope proseguía a pintar otra figura.

La princesa de Gales escuchó un suspiro pesado, con algo de pesar soltó el frasco que contenía un color verde bastante oscuro que esperaba poder utilizar para hacer la copa de los árboles.

Amaba pintar paisajes, solía hacerlo seguido.

- No tienes razón para ello, jamás exclamé sentirme disgustada con la situación -La miró por sobre su hombro, la esquina de su boca tirando en una sonrisa juguetona- Ven aquí, Josette -Pidió mientras dejaba el pincel sobre una madera para evitar ensuciar la mesa o cualquier otra superficie.

La mencionada abandonó su lugar en la banca para luego mantenerse de pie junto a la heredera inglesa, observando el lienzo.

- Bueno -Hope hizo una mueca al observar el ostentoso vestido de la Delfina, claramente poco conforme con estropear el impagable trabajo del mismo- Tal vez sería mejor que utilizaras algo un poco más... -

La miró de arriba abajo, imaginándola con prendas cómodas y gastadas pese a que sabía que la castaña amaba sus vestidos. De todas formas juraba que no con la misma intensidad que Elizabeth, persona con la que Hope se había rehusado a visitar al sastre del pueblo.

- ¿Más...? -La castaña frunció el ceño, observando su ropa mientras aplanaba la falda con las palmas de sus manos.

Se había sentido ofendida, este era uno de sus vestidos favoritos. Su tía Elena la había ayudado a escoger la tela, en honor a su abuela materna la misma tenía flores de colores vibrantes.

- Ven, déjame solucionarlo a mí -La pelirroja le dio la vuelta hasta alcanzar su espalda donde desde ahí podía ejecutar sus deseos.

Sus dedos alcanzaron el brial de la castaña, comenzando a desprenderlo.

- ¿Me dejarás desnuda? -La princesa de Francia bromeó cuando los dedos fríos de la pelirroja le hicieron cosquilla al contacto con su espalda alta.

Los labios de Hope tiraron en una sonrisa amplia que Josette no fue capaz de apreciar, por lo menos no en su totalidad ya que si fue capaz de sentirla cuando los labios de la única hija de Niklaus cepillaron la piel entre su cuello y espalda antes de vociferar una respuesta.

Si solo fuera Hope -Hosie 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora