J&J: Minnie

338 52 9
                                    

Jaehyun estaba ansioso.

Estaba tan ansioso de ir a trabajar que no había dormido casi nada.

Bueno no es como si sus padres se la dejaran fácil, estuvieron discutiendo hasta tarde y a las 6 am se levantaron puntuales para volver a pelear.

Jae no perdió tiempo en la cama, pero se bañó con calma y se vistió cómodo intentando, aún así verse bien, pues los Na eran muy guapos y el no quería desentonar con la familia, se dijo a sí mismo conveciendose de que no quería impresionar a su jefe.

Colocó en su bolso cosas que podía llegar a necesitar durante el día, sabiendo que serían muchas horas llevó un cambio de ropa por si acaso, aunque mientras bajaba las escaleras pensaba si debia llevar otro par.

Se encaminó a la cocina dónde sus progenitores desayunaban ya de manera tranquila, el menor sonrió levemente y saludó: "Buenos días."

"Buenos días, hijo." Respondieron con monotonía.

"¿Quieres que te prepare unos waffles?" Ofreció su madre con amabilidad.

"No, sólo tomaré una manzana para el camino, no quiero llegar tarde." Rechazó mientras abría el refrigerador en busca de la fruta y tal vez un jugo.

Sus padres se miraron confundidos.

"¿No entraste de vacaciones esta semana?" Preguntó su papá, mirándolo sobre sus lentes de lectura.

Jaehyun tragó saliva mientras recordaba que no le había informado a sus padres que comenzaría a trabajar.

"Siiii... Eh, olvidé contarles que conseguí un trabajo." Se sonrojó mientras rascaba su nuca.

"¿De medio tiempo?" Su padre subió una ceja con curiosidad.

"De hecho, trabajaré casi 14 horas." Subió los hombros, desinteresado.

"¿14 horas fuera de casa?" La mujer abrió grande los ojos.

"No es como si pasáramos mucho tiempo juntos." El jóven comenzaba a alterarse.

"Pero Jaehyun, nadie puede trabajar tanto tiempo, es ilegal." Informó su padre ignorando lo que dijo su hijo.

"Estaré bien." Rodó los ojos y tomó una manzana para encaminarse a la puerta de entrada.

"¡Hijo espera!" gritó su madre, parándose para seguirlo. El muchacho se preparó mentalmente para una reprimenda, pero vio llegar a la mujer con una taza, de esas que conservan el calor, con al parecer café caliente dentro. "Ten un buen día, cielo." hizo puntitas para poder darle un beso en la mejilla. 

"Gracias." dijo el menor mirando a su mamá, observó a su padre rodar los ojos aun sentado en la mesa. Inevitablemente, lo imitó. "Nos vemos en la noche." susurró como despedida a la mujer a su lado, quien esperó pacientemente a que su hijo saliera de su casa para observarlo marcharse por la calle, suspiró y cerró la puerta lentamente. "Deberías ser más expresivo con el niño." se quejó mirando a su pareja.

"Oh, por Dios. No tendremos esta charla otra vez." suspiró cansado el hombre. Se levantó de la mesa para dirigirse al piso de arriba ignorando los gritos de su esposa.

"¿Ni siquiera vas a ayudarme a recoger la mesa?" preguntó indignada, siguiendo los pasos de su marido.



*



JaeHyun se podía considerar a sí mismo alguien muy extrovertido, sin nervios al hablar en público, social y bastante carismático, así que no tenía nada que temer frente a las personalidades del señor Na y el pequeño Jaemin.

babysittersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora