T&J: Sunngie

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No es justo.

Aún tenía sueño cuando  su alarma sonó, la pospuso como reacción automática, estaba de vacaciones, ¿quién le diría algo?

"¡Así te quería agarrar, puerca!" Taeyong hubiera saltado de la cama del susto, si no fuera porque el pesado cuerpo de Hansol lo presionaba contra esta. "¡Levántate! ¿qué no ves que el sol brilla afuera? ¡Jisung nos espera para jugar!" Tan rápido como entró a su habitación, se fué. Dejando a Tae muy confundido.

¿Quién es Jisung?

Oh, Jisung, mierda tenía que vestirse de inmediato. Se sentó al borde de su cama, miró su zapato en la entrada de la habitación, debería llevar algo cómo, es un niño después de todo, tendrá que perseguirlo. Rascó su cabeza, era un contradicción, debía ir formal para la entrevista con los padres del niño.

"¡Que te vistas mierda!" Una pelotita antiestres se estampó sobre la pared haciendo saltar a Tae y correr a encerrarse en el baño donde estaría seguro durante unos minutos.

Luego de ingerir el desayuno muy poco elaborado que le preparó su hyung con la excusa de que tendría tiempo para comer en el trabajo, emprendieron camino a este, salieron del apartamento estudiantil compartido y sólo en ese momento el menor se dió cuenta de que Hansol llevaba una maleta consigo.

"Hyung, ¿para qué es eso?" Dijo a siguiendo el paso del otro.

"Oh Tae, te dije que debo viajar, es urgente."  Justificó.

"No pensé que fuera tan urgente, ¿Cuándo volverás?" Inquirió con tristeza.

"Pues lo es, y no lo sé. Si todo sale bien, tal vez tarde un tiempo." Miró a su compañero con pesar.

"Ya veo." Se sumieron en un silencio triste.

Si había algo que Taeyong odiaba, era estar sólo. Pensó en ir a su pueblo estas vacaciones, pero el viaje seria costoso y su nuevo trabajo no se lo permitiría, entonces creyó que pasaría los días con su hyung favorito, saliendo de paseo y haciendo maratones de películas.

Ahora sabía que no, y que cuando llegara del trabajo el apartamento estaría vacío, sin cena caliente y sin la dulce sonrisa de Hansol.

Tan perdido estaba en sus pensamientos que el rubio tuvo que tomarlo de la capucha del abrigo para detenerlo frente a la gran casa.

"¿Es aquí?" Preguntó sin creerlo, era hermoso y muy grande.

"Escucha, Jisung es algo como un escapista profesional, no dejes las llaves en un lugar visible y de preferencia que no note que las tienes." Dijo esto mientras colocaba su dedo pulgar en el lector de huellas del portón de la entrada. "Su huella obviamente no está en el lector, pero no te fies podría cortarte un dedo y conseguir salir." Tae se rió por el chiste, Hansol lo miró serio.

Era un chiste.

¿Verdad?

Ingresaron y caminaron hasta la puerta de entrada, que Hansol abrió con naturalidad y le pasó las llaves al menor dándole una mirada de advertencia, el otro rápidamente guardó las llaves en el bolsillo de la mochila.

La casa por dentro era muy ordenada para tener un bebé viviendo en ella, hablando de bebés.

"¿Estará dormido?" Preguntó a la nada.

"Las paredes de su habitación son insonoras, su madre las mandó a colocar porque no soportaba escucharlo llorar." Respondió toqueteando la alarma en la pared de la entrada. "Dame tu mano." Colocó las huellas de todos los dedos en el lector. "Listo, ven prepararemos su desayuno." Lee se preocupó, no estaba seguro de que un niño pudiera comer lo que cocinara su mayor.

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